La estrategia de Mariano Rajoy ha sorprendido hasta a lo suyos. El presidente del Gobierno se ha lanzado a su propia defensa desde el primer momento después de la intervención de Irene Montero, un movimiento que ha desconcertado hasta a sus ministros, que no sabían que sería el presidente quien iba a salir a dar la réplica a la portavoz de Unidos Podemos.
Tampoco Pablo Iglesias esperaba que Rajoy fuera a centrarse en su portavoz y ha utilizado casi su primera hora de intervención para afear al presidente del Gobierno la respuesta a Montero. Le ha llegado a decir que traía un texto escrito para él y que lo ha terminado utilizando para su ‘número dos’. Y, a partir de ahí, el candidato a presidir el Gobierno de la moción ha decidido alargar su intervención.
De hecho, en total, entre los dos han sumado cinco horas de intervenciones, algo criticado por todos los partidos políticos, cuyos diputados salían a los pasillos del Congreso para charlar con los periodistas ante la interminable intervención de Iglesias. “Su intención era alargarse para colarse en los informativos”, criticaba un diputado del PSOE. En total, Iglesias y Rajoy han intercambiado ocho intervenciones, ante la falta de límites del Reglamento del Congreso de los Diputados al que la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, ha puesto límite a las 17 horas.
Desde que se presentó la moción de censura, el presidente del Ejecutivo había lanzado balones fuera sobre su eventual intervención y en casi todos los foros se daba por hecho que sería la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría quien saliera al ruedo a dar la cara ante el partido morado. “Les ha roto la estrategia”, ha explicado en los pasillos del Congreso de los Diputados una fuente cercana al Ejecutivo, una percepción con la que coinciden fuentes socialistas, que apuntan a que Rajoy ha sido acertado en su estrategia, desde ocultar que sería él quien saldría a intervenir por su Ejecutivo hasta la fórmula que ha utilizado para contrarrestar los ataques de Podemos.
Por eso, defienden los socialistas, la moción beneficia principalmente a Rajoy. Es «como si le estuvieran inyectando oxigeno» a Rajoy, ha dicho el portavoz socialista, José Luis Ábalos, a los periodistas. «Parece que siempre están dispuestos a echarle un cable cuando más lo necesita», ha lamentado, una lectura compartida por Ciudadanos.
“El presidente llevaba la intervención muy preparada”, explicaban fuentes cercanas a Rajoy, que han defendido su discurso ante los ataques de Podemos. “Tanto Montero como Iglesias han utilizado un formato mitinero en la tribuna del Congreso de los Diputados”, ha dicho otro alto cargo del PP, desde donde también han criticado el discurso “cíclico y repetitivo”.
“Ella ha salido errante” y tras la salida de Rajoy, se ha terminado de descolocar, explicaba otra fuente cercana al Ejecutivo. Desde la bancada del Gobierno, ha debido parecerles algo similar. La mayor parte de los ministros ha pasado el discurso de la portavoz de Unidos Podemos mirando su móvil e, incluso, leyendo un libro, una actitud que se ha criticado desde la tribuna de oradores al ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo.
La ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, escuchaba con más atención y no ha podido evitar mostrar la molestia que le ha causado que Montero, en su retahíla sobre casos de corrupción del PP, nombrara a su marido. «Ignacio González dijo que el marido de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, cobra de 20.000 sitios», ha dicho Montero, ante lo que la ministra ha mostrado una cierta incomodidad.
Cinco horas de intervención de Unidos Podemos
La crítica generalizada, fuera y dentro del Hemiciclo, han sido las cinco horas de intervención para exponer los motivos de la moción de censura porque, pese a que Iglesias debía presentar un programa de Gobierno alternativo a Rajoy, apenas ha utilizado 25 minutos, han criticado tanto desde el PP y como desde Ciudadanos. Ha hecho 11 propuestas, pero “apenas ha hablado de política Exterior y ni siquiera ha hablado de Defensa”, se quejaban fuentes cercanas al Ejecutivo. De hecho, fuentes de Podemos han asegurado que, en realidad, no existía un programa como tal.
De hecho, tras ver la estrategia de dura crítica contra la corrupción lo esperable era que “Iglesias fuera a centrarse en las propuestas”, decían fuentes de Ciudadanos. “Ha sido un error hacer un discurso tan largo. Es un discurso insufrible para medios y ciudadanos”, han explicado esas mismas fuentes, que han elogiado la intervención de Montero frente a la de Iglesias. “Pablo indignado es más creíble”, ha sentenciado. Desde ese partido, también se ha criticado la intervención de Rajoy, tan elogiada desde sus filas.
“No ha sido su mejor discurso, ha rozado el humor negro” de forma innecesaria, una crítica que ha compartido Iglesias al salir del Hemiciclo. “Hablaba como Hernando, en lugar de como Rajoy”, ha dicho el líder de Podemos, que ha calificado de “estilo ventrílocuo” el de Rajoy con cara de cansancio tras seis horas en el interior del Hemiciclo. En cualquier caso, han insistido desde Ciudadanos, el mayor beneficiado del debate de este martes es Rajoy, aunque “no les va mal a ninguno. El PP sin Podemos hace menos. Cuando Podemos flojea, le va peor al PP”, analizaban desde el partido de Albert Rivera.
Paula Pérez Cava