La policía de Londres ha aumentado el número de muertos en el incendio de la torre Grefell a 58 personas. En esta nueva cifra se han incluido tanto a las 30 personas fallecidas como a las desaparecidas, según ha informado el comandante Stuart Cundy en una rueda de prensa.
El pasado martes 13 de junio, un edificio situado en el barrio londinense de Notting Hill, ardía en llamas tras la explosión de la nevera de un vecino. El incendio se propagó rápidamente por los 120 apartamentos con los que contaba el inmueble conocido como la torre Grenfell. «Lamentablemente, hay 58 personas que nos han dicho que estaban en la Torre Grenfell aquella noche y, por lo tanto, tristemente tengo que suponer que están muertos», explicaba el comandante Cundy. De hecho, el oficial no ha descartado que con el paso de las horas o los días la cifra pueda aumentar todavía más puesto que hay muchas personas cuya identidad es desconocida todavía.
Los bomberos y otros servicios de emergencia británicos tuvieron que paralizar ayer viernes la búsqueda en el interior del edificio debido a la preocupación por las autoridades de las medidas de seguridad. Sin embargo, a lo largo del sábado se han vuelto a reanudar y actualmente se encuentran por la planta 24. No descartan que el número de fallecidos pueda ascender hasta los 70.
De manera prioritaria, las autoridades han subrayado que lo primero de todo es establecer quién estaba en el edificio la fatídica noche del incendio. Por este motivo, Cundy ha instado a que cualquiera que estuviera en e interior del inmueble y que consiguiera abandonarlo, que se ponga en contacto con cualquier fuerza policial.
Mientras tanto, a los familiares solo les queda esperar a la identificación de los cuerpos la cual puede tardar varias semanas. «En cuanto podamos, vamos a localizar y recuperar a los seres queridos», ha añadido Cundy. Aun así, el comandante se ha atrevido a afirmar que la primera víctima identificada se trata de Mohammed Alhajali, un refugiado sirio que formaba parte de las más de 400 personas que vivían en la torre.
El fuego se propagó demasiado rápido
En cuanto a la propagación del fuego, a los bomberos les han llamado la atención las placas de revestimiento que se usaron en la reforma del edificio. Según ha publicado el periódico británico 'The Guardian', se colocaron unas placas dos libras más baratas y menos resistentes al fuego. Esto pudo ser detonante para que el incendio alcanzara tales magnitudes.
Tal es la gravedad en la que se encuentra en edificio que el 'Transpor for London' (TFL) se ha visto en la obligación de cerrar dos líneas de Metro que pasan cerca de la ubicación del inmueble.
Andrea Morea