Alberto Garzón ha descubierto lo que era inevitable: su invisibilidad política y la desaparición de su formación del mapa político. Ni acción política de izquierda ni visibilidad de Izquierda Unida. El reconocimiento de que no ha contribuido a nada nuevo, pone a la actual izquierda Unida en una difícil tesitura, muy próxima a la que anunciaban los críticos que expulsó de su formación, ahora hace dos años.
La desaparición en el ámbito de la comunicación es una de las quejas de Garzón que parece afectarle muy personalmente. Por otro lado en su alegato sobre la política de izquierdas viene a reconocer que solo se encuentra con Podemos en «perspectivas diferentes». lo que no deja muy claro si Garzón atribuye a Podemos el carácter de izquierda que reclama para sus propuestas.
El informe de Garzón a su formación política constituye el reconocimiento de buena parte de las opiniones de sus críticos respecto a la desaparición institucional de la tradición política que representó en su momento Izquierda Unida.
El fracaso de la estrategia con Podemos
«El espacio de Unidos Podemos no está operando como un espacio político que vaya más allá del Parlamento», lamenta Garzón. «Sólo en ocasiones nos estamos encontrando con nuestros aliados de Podemos en acciones concretas, pero siempre desde perspectivas diferentes», dice.
Garzón critica que Podemos haya «optado por la constitución de un partido político clásico» en Vistalegre II, «lo que les aleja de una propuesta más cercana a la construcción de un movimiento político y social y, por tanto, de nuestra propia estrategia», lo que «limita el potencial existente en nuestro país».
El coordinador de Izquierda Unida dice , en relación con Podemos, que «la valoración de algunos dirigentes es también un indicador que puede explicar parte de este desgaste», en evidente referencia a Pablo Iglesias, aunque asegura que que este no es un dato definitivo y concede que el partido Podemos ha sido «el blanco de todas las críticas, algunas de las cuales han tocado fibras sensibles del electorado de izquierdas de nuestro país, lo que le ha llevado a no estar suficientemente valorado ni siquiera entre los votantes de Unidos Podemos».
La izquierda y el PSOE
Alberto Garzón cree que «el motín oligárquico» que desbancó a Pedro Sánchez del PSOE y el regreso después de Sánchez a la Secretaría General ha abierto un periodo de «recomposición de la izquierda». Sobre el Secretario General del PSOE Garzón dice que «la oligarquía económica y financiera mantiene su miedo a que quiera gobernar con las organizaciones de su izquierda» y que puede que opten por «volver a intentar un proceso reformista con Ciudadanos ayudándose del perfil renovado y outsider del nuevo Pedro Sánchez».
«La izquierda organizada de tradición marxista tiene un abanico de opciones que van más allá de Podemos», apunta. Algo que ayudará a «revertir el proceso de desgaste que detectamos en el espacio de Unidos Podemos», añade. «La cuestión es que algo está fallando y tenemos que corregirlo», expone Garzón, tras constatar que «el PSOE ha estado sin un líder reconocible» y que ha «votado para que Rajoy fuera presidente», pese a lo que «Unidos Podemos ha sido incapaz de ganar terreno entre el electorado de izquierdas y contrario al gobierno del PP».
Ausencia de estrategia política de IU
«No se trata sólo de seguir sumando personas al cambio sino de ser capaces de organizar políticamente a las clases populares en torno a un proyecto de ruptura democrática», y añade: «Nuestro enfoque es de clase y no electoral, de modo que lo que nos interesa es ser capaces de poner en marcha iniciativas que nos permitan a las clases populares autoorganizarnos desde abajo».
En una larga frase que reconoce la ausencia de propuesta política de IU y la convocatoria a su afiliación a «autoorganizar» a las clases populares, una forma de reconocer la irrelevancia institucional de su formación y la ausencia de propuesta política
El pesimiesta análisis de Garzón concluye con la afirmación de la «necesidad de fortalecer el perfil propio de nuestra organización, lo que es especialmente importante en el ámbito comunicativo”.
Iglesias se defiende
Por su parte, Pablo Iglesias ha defendido la vigencia del espacio político y la estrategia de construir un «bloque histórico» que salió de Vistalegre II. «Tenemos clarísimo que vamos a seguir trabajando juntos, todo el mundo suma y esa diversidad es un valor», ha señalado Iglesias a los medios en el Congreso de los Diputados. «La gente está contenta con que el espacio sea amplio, con diferentes estilos», ha dicho el secretario general de Podemos.
En cuanto a las opiniones de Alberto Garzón, Pablo Iglesias ha pedido a la gente de su partido «ser muy generosos» con los otros miembros del grupo confederal.
Cristina Sánchez