La mafia siciliana Cosa Nostra continúa debilitándose. Una de las bandas más temidas de Italia pasó de convertirse en la dueña del negocio de la droga en buena parte del mundo a tener influencias únicamente locales en Sicilia. De hecho, en los últimos días todo apunta a que esta debacle seguirá afectado a esta organización criminal italiana. La colaboración internacional entre la Guardia Civil, la DEA, el FBI, Homeland Security y los Departamentos de Policía de Nueva York y de Nueva Jersey han permitido detener a 19 personas pertenecientes a la familia Luchese, una de los cinco clanes que conforman Cosa Nostra, entre los que se encuentraba Carmelo García Babarro, un bilbaíno de 65 años perseguido por el FBI y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
La Operación Brooklyn ha sido la culpable de la detención de Carmelo García Barbarro, conocido como 'Spanish Carmine' (Carmine el Español). Este consiguió alcanzar el puesto más alto en el interior de la mafia estadounidense con la condición de «asociado», una posición a la que se llega a través de dos caminos: cometiendo un asesinato o enriqueciendo a la organización. El ciudadano vasco, residente de Nueva York desde hace más de una década, pretendía, junto a su íntimo amigo el italiano Tindaro Corso, organizar una entrada en España de un importante alijo de cocaína procedente de Argentina y que iba a estar disuelto en botellas de vino.
La Guardia Civil investigó el año pasado la relación entre Babarro y los Luchese. Sin embargo, hasta abril de este año, no pudieron confirmar nada. Fue en ese mes, acompañado por Corso se hizo pasar por un extranjero estadounidense que pasaba unos días en Benidorm, cuando los agentes de la UCO pudieron confirmar que 'El Español' era uno de los hilos de esta familia perteneciente a la mafia Cosa Nostra.
Presencia de las mafias italianas en España
Aun así, Babarro no es el primer español al que se le ha relacionado con la mafia ni tampoco ha sido una sorpresa para la Guardia Civil descubrir que la mafia siciliana operaba en España. La costas, el sol, las cárceles y la localización estratégica en la que se encuentra España ha permitido que nuestro país se convierte en una de los principales puntos en los que residen, de incógnito, las mafias italianas.
A diferencia de las rusas o las latinas, estas organizaciones italianas pasan más desapercibidas al ser más silenciosas, de tal manera que sus integrantes, en gran mayoría, se encuentran en el anonimato y son ignorados por la opinión pública. De hecho, la Guardia Civil ha confirmado que las mafias italianas llevan operando en España más de 30 años.
Aun así, las mafias actualmente tienen capacidad de acción en España y se encuentran presentes en suelo español las cuatro principales: la 'Ndrangheta calebras, la Camorra de Nápoles, la Sacra Corona Unita y la Cosa Nostra siciliana. En la época de los años 80, esta última era una de las más temidas en todo el territorio italiano y fue la responsable de varios atentados y de la muerte de una gran cantidad de ciudadanos italianos, entre los que se incluyen los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.
Sin embargo, parece que en los últimos años, el debilitamiento de esta banda ha hecho que otras como la Camorra o la 'Ndrangheta cobren importancia y le tomen el relevo. En este sentido, la Guardia Civil continúa investigando a día de hoy el asesinato en Águilas, Murcia, de un hombre italiano que posiblemente se trate de un capo perteneciente a la mafia calabresa.
A pesar de que los integrantes de este tipo de bandas quieran pasar desapercibidos en España, desde 2008 hasta 2016, la Guardia Civil y la Policía Nacional han conseguido detener a más 100 mafiosos en España. En otras palabras, casi un tercio de los capos detenidos fuera de Italia han sido arrestados en territorio español entre los que se encuentran Antonio Bardellino, detenido en 1983, uno de los más potentes capos de la Camorra o Tano Badalamenti, apresado en 1984, un peso pesado de Cosa Nostra.
Abogados, banqueros, economistas, y empresarios son las profesiones que caracterizan a los mafiosos que residen y operan en España. Suelen ser personas influyentes y de negocios, según informa la Guardia Civil, cuyos nombres nunca figuran en ningún acuerdo ni papel. El anonimato y la tranquilidad caracterizan a estas personas que intentan pasar desapercibidas entre la población española mientras realizan negocios, en la mayoría de las ocasiones, relacionados con el tráfico de drogas.
Redacción