En total, se han encontrado 538 granadas de mortero del calibre 81 que posiblemente fueron abandonadas por alguna posición de los bandos en contienda para evitar su posterior utilización. Debido a la gran cantidad de artefactos y la dificultad añadida del lugar donde se encontraban, se ha precisado realizar las labores de localización, extracción y posterior destrucción en varias fases durante los meses de mayo y junio.
El hallazgo se produjo durante las labores de búsqueda de un vecino de ese municipio turolense desaparecido a primeros del mes de mayo, concretamente cuando miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Huesca que participaban en el dispositivo reconocían el acuífero.
Todas las granadas halladas se han trasladado en varias remesas hasta una cantera cercana a Monreal del Campo, donde han sido neutralizadas de manera segura por los especialistas en desactivación de explosivos mediante explosión controlada.
Es importante resaltar la extrema peligrosidad de estos artefactos. Si no se les somete a ninguna acción permanecen en estado “latente”, pero en caso de cualquier manipulación, por pequeña que sea, el resultado más probable es la explosión. En muchas ocasiones existe un exceso de confianza debido al aspecto deteriorado del artefacto por la acción del óxido y el paso del tiempo, pero es necesaria la reiteración de que la mayoría tienen intacta su carga explosiva y son muy peligrosos.
Marta de la Fuente