El último parte médico facilitado por el centro precisa que se trata de J.M.F, de 32 años, de Castellón, que en la calle Estafeta ha sufrido un trauma en el hombro derecho y una herida en el codo derecho, de pronóstico menos grave, por lo que se espera que sea dado de alta en breve.
El otro atendido en el Complejo Hospitalario de Navarra tras el encierro de este lunes es un madrileño de 30 años, F.B.L., que en el acceso al callejón de la plaza desde el tramo de Telefónica ha sufrido tres contusiones en nariz, mano y codo derecho, de pronóstico también menos grave, por lo que probablemente será dado de alta en las próximas horas.
Además, los servicios de urgencias han señalado que hasta el centro sanitario ha sido trasladada otra persona que ha sufrido un traumatismo craneal en las vaquillas que se celebran en la plaza de toros una vez finalizado el encierro y cuyo estado se está valorando.
Los toros de la ganadería de Fuente Ymbro, que participa en los sanfermines desde hace trece años, han corrido este cuarto encierro de este año, el más rápido de las fiestas.
Con menos mozos que otros días y una temperatura fresca tras la fuerte tormenta caída esta madrugada de Pamplona, la ganadería gaditana ha cumplido con las expectativas con una carrera veloz, de 2 minutos y 17 segundos, y noble, ya que ningún corredor ha sido corneado, según el parte médico del Complejo Hospitalario de Navarra.
La manada ha corrido unida, sin apenas prestar atención a los mozos, aunque el alto ritmo que han imprimido ha provocado sucesivas caídas.
Tras los cánticos tradicionales de los corredores pidiendo protección a San Fermín, a las ocho en punto ha sonado el cohete que abre la puerta de los corrales, que la torada ha abandonado unida y con los mansos en cabeza.
Juntos y a gran velocidad han enfilado la cuesta de Santo Domingo, donde en pocos metros dos toros negros han ganado posiciones.
Sin mirar a los corredores ni prestarles atención, los de Fuente Ymbro han llegado a la plaza del Ayuntamiento y, hermanados, la han atravesado a gran velocidad, lo que ha hecho pasar apuros a más de un mozo.
La calle Mercaderes ha permitido a los corredores acercarse algo más a los bureles, aunque la fuerte marcha no lo ha hecho sencillo.
Sin problemas, los toros han superado la curva de la calle Estafeta, que han sobrepasado sin resbalar ni caer, aunque la manada se ha estirado algo más.
Encabezado por tres toros, el grupo se ha escorado ligeramente hacia la acera izquierda, lo que ha causado la caída de varios mozos, que han sido superados por los animales sin mirarles.
A mitad de esta calle se ha vivido un momento de tensión cuando uno de los morlacos ha enganchado la ropa de un corredor con el asta pero sin que finalmente le haya penetrado en el cuerpo.
Sin bajar la velocidad, la manada ha terminado la Estafeta, donde algunos imprudentes han tocado el lomo de los toros, y enfilado el tramo del Telefónica, donde junto al vallado derecho se han repetido las caídas.
De forma limpia y algo estirados, los de Fuente Ymbro han cruzado el callejón y entrado al coso en dos minutos y diecisiete segundos, momento en el que uno de los toros ha volteado a un corredor sin mayores consecuencias.
EFE