Una trabajadora de una entidad bancaria ha sido acusada de un delito de estafa sobre uno de sus clientes, al que ha robado un millón y medio de dólares, lo que equivale a 1,28 millones de euros. El estafado, un ruso de 80 años, denunció sus sospechas ante la Guardia Civil el mes pasado.
La imputada, una mujer de 51 años, llevaba una vida de lujos desde hacía algunos años: una buena casa, un coche de alta gama y viajes continuos a destinos de altos precios, algo extraño dados sus ingresos. Tras varias investigaciones, ayer domingo fue detenida por la Guardia Civil de Almoradí (Alicante).
La investigación comenzó el pasado mes de junio cuando el afectado, un ciudadano ruso de 80 años, denunció ante la Guardia Civil de Almoradí las sospechas. Todo apunta a que la presunta estafa comenzó en 1992 cuando este hombre llegó a Rojales y abrió una cuenta bancaria. Seguidamente, entabló una relación de confianza con la gestora comercial de la sucursal con la que tenía un trato personalizado cada vez que le atendían en el banco. Por ello, no solía pedir extractos de su cuenta para consultar su saldo.
El pasado mes de junio comenzaron las sospechas y el demandante pidió un extracto detallado de su cuenta porque quería pasar el dinero a otra entidad. Fue en ese momento cuando el anciano se percató de que le faltaba un millón y medio de dólares. Durante la investigación, los agentes estudiaron los movimientos de las tarjetas, retiradas de efectivo y traspasos, y comprobaron que la mayoría coincidían cuando el titular de la cuenta se encontraba en Rusia por lo que estas transacciones nunca fueron autorizados por él.
Según ha desvelado la investigación, cada vez que este ciudadano regresaba a su país, dicha mujer aprovechaba para extraerle dinero. Poco a poco su cuenta bancaria menguaba un poco más, aunque cuando regresaba y solicitaba un extracto bancario todo era normal, ya que la trabajadora de la entidad le aportaba documentos no oficiales y falsificados por ella para hacerle creer que su cuenta tenía el saldo que él esperaba y ocultar así las irregularidades. Mientras tanto la detenida se lucraba del dinero dándose lujosos caprichos.
Finalmente la empleada del banco ha sido detenida y tras pasar a disposición judicial, ha quedado en libertad con cargos.
Rocío Morales