Juana Rivas se ha entregado en los Juzgados de Granada después de que desapareciera con sus dos hijos, de 11 y tres años, el 26 de julio. Casi un mes después, la vecina de Macarena (Granada) ha llegado a las 11 horas de esta mañana a la sede judicial de La Caleta de Granada, como ya había declarado su asesora legal, Francisca Granados. Aunque ni Juana Rivas ni los niños han sido vistos en los Juzgados de Granada se sabe que la madre ha llegado por una entrada trasera para no ser vista y ha sido detenida a su llegada por la Policía Nacional, tal y como ha informado el Tribunal Superior de Justicia andaluz.
Según su asesora, Rivas mantiene la confianza en el sistema judicial español y lo que quiere en este momento es que el juzgado la escuche y le dé el tiempo necesario para exponer la situación de sus hijos y aportar la correspondiente documentación. El «gran encargo» de su hijo de 11 años es poder ser escuchado por el juzgado, ha añadido Granados, quien ha reiterado que, para la madre, el interés de los menores y su protección está «por encima de las consecuencias» que se deriven de su actuación.
Granados ha informado que Juana “no puede seguir luchando sola” y por “el bien de sus hijos” habría decidido entregarse, después de incumplir la orden de entregar a sus hijos al padre Francesco Arcuri. Este hecho se produce un día después de que la madre no acudiera al Juzgado de Primera Instancia 3 para acordar medidas de protección hacia los menores pedidas por su expareja.
La juez del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada ha ordenado, como nueva medida de protección de los niños, la retirada de su pasaporte y la prohibición de salir del territorio Schengen, sin autorización del padre o sin permiso judicial.
La madre de los niños no compareció a la primera cita para entregar a sus dos hijos a su exmarido, por resolución judicial tras haber abandona Italia, donde residían. Juana se negó a volver, aludiendo a los malos tratos que le infligía su expareja, condenado en 2009 por un episodio de violencia doméstica.
El recorrido judicial de Juana Rivas comenzó en el 2009, cuando Francesco Arcuri aceptó una condena por un delito de lesiones en el ámbito familiar, y se aceleró en diciembre del año pasado, cuando un juzgado de Granada le ordenó la «inmediata restitución» de sus dos hijos menores a Italia con el padre, que había alegado la «sustracción» de los niños.
Consumidas ya las vías judiciales en España, incluida la negativa del Tribunal Constitucional, Juana Rivas anunció la semana pasada a través de su representación legal que acudiría al tribunal europeo de Estrasburgo para buscar la protección para sus dos hijos, de 3 y 11 años, que cree que todavía no se le ha dado.
El pasado 21 de agosto, la madre se habría dirigido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que intercediera por ella y los menores. En dicha carta, Juana Rivas también dirige al fiscal general del Estado, José Manuel Maza, y «al presidente del Tribunal Constitucional, Manuel García-Pelayo». La mujer expone su situación y les traslada que ha estado haciendo «lo único que puede hacer como madre, proteger» a sus dos hijos, de 3 y 11 años.
En la carta afirma que tuvo que “huir del infierno” en el que vivía en Italia el pasado 18 de mayo del 2016. La madre solicita ayuda, admite que la situación los ha llevado a «un callejón sin salida con consecuencias irreparables» para el resto de sus vidas, y asegura que no ha querido «evadir la ley».
Marta Martín Gómez