La decisión adoptada por el Juzgado de Instrucción 9 de Granada, en funciones de guardia, de dejar en libertad a Rivas contrasta con la petición formulada por el Ministerio Público, que solicitó prisión provisional ante la negativa de la mujer a cumplir la orden judicial de entregar a sus hijos al padre italiano Francesco Arcuri.
Una vez notificado el auto de libertad provisional, contra el que caben, en el plazo de tres días, recursos de reforma ante el propio juzgado o directamente de apelación ante la Audiencia de Granada, la Fiscalía ha comenzado esta misma mañana sus deliberaciones para tomar una decisión.
El recurso de reforma no tendría «efectos suspensivos» sobre la situación de libertad provisional de Juana Rivas dado que el juez que la acordó podría responder con los mismos argumentos ya dados en el día de ayer.
Por otra parte, la apelación ante la Audiencia podría conllevar la celebración de una vista oral a la que se convocara a las partes implicadas y en la que, con independencia de la resolución que el tribunal adoptara respecto a la libertad de Rivas, se podrían pedir medidas extraordinarias que aseguran la entrega de los menores.
Finalmente, han detallado las fuentes, podría esperarse a la decisión que adoptara el Juzgado de Instrucción 2 de Granada, que ya lleva la causa penal abierta contra Juana Rivas, y frente al que ayer se inhibió el de Instrucción 9, ante el que declaró esta madre al encontrarse de guardia tras ser detenida por la Policía Nacional.
En cualquiera de estas posibilidades y al margen de la situación de la madre, el interés último del Ministerio Público es la entrega de los menores con su padre en Italia en cumplimiento de lo acordado por el Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada.
Este último juzgado, encargado de asuntos de familia por la vía civil, ya ordenó la retirada del pasaporte de los dos hijos de Rivas así como la prohibición de su salida del territorio Schengen, sin autorización del padre o sin permiso judicial.
Con anterioridad a la vista mantenida este pasado lunes entre la juez y los abogados de las dos partes, la restitución de los menores al padre sigue siendo la principal medida de protección ya adoptada.
Tras quedar en libertad, Rivas celebró ayer poder regresar a casa con sus hijos, aunque mantiene su condición de investigada por supuestos delitos de sustracción ilegal de menores y desobediencia a la justicia.
«No me voy a la cárcel, me voy a mi casa con mis niños y vamos a seguir peleando». «Lo vamos a conseguir, vamos a luchar, yo no quiero ser una prófuga», ha sentenciado. Confía en que un equipo preparado pueda escuchar a su hijo mayor, de once años, para que éste pueda relatar el terror que han sufrido por los supuestos malos tratos de su expareja.
EFE