El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, descalificó ante la Audiencia Nacional los informes de la Guardia Civil sobre la pasividad de la policía catalana el 1 de octubre y defendió que había movilizado el «máximo» de agentes que pudo para impedir el referéndum.
En la segunda declaración que prestó como investigado ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que hoy publica el diario ABC, Trapero aseguró que los informes de la Guardia Civil sobre la pasividad de la policía catalana era «en gran parte parciales y en gran parte falsos» y defendió el papel de la policía catalana el 1-O.
A preguntas de la Fiscalía sobre si destinar a dos mossos por colegio electoral era suficiente en caso de que se produjeran aglomeraciones, Trapero afirmó que el despliegue de agentes se hizo «tensionando al máximo los cuerpos policiales», ya que «no había capacidad de tener más».
«Con los cambios de turnos, hicimos lo máximo para tener al máximo de gente, el máximo en la historia del cuerpo», añadió Trapero, que dijo desconocer si en la jornada del 1-O había mossos que estaban de permiso o de vacaciones.
Los Mossos d'Esquadra movilizaron el 1-O a 7.850 agentes de los 16.783 que integran la plantilla del cuerpo y pidieron el apoyo a las policías locales, que aportaron cerca de 500 efectivos al dispositivo, según datos de la policía catalana.
El mayor de los Mossos d'Esquadra mantuvo además en su declaración que los vídeos sobre la actuación de la policía catalana el 1-O que incluyó la Guardia Civil en los atestados enviados a la juez Lamela «son muy parciales» y ocultan momentos en que la policía catalana actúa contra la votación.
Según Trapero, la División de Asuntos Internos del cuerpo dispone de toda la información de lo que los Mossos d'Esquadra hicieron aquel día, entre ellos situaciones en que los agentes cierran colegios electorales o identifican a responsables de las mesas de los locales de votación.
«La Guardia Civil nos hace un juicio de que incumplimos», se quejó Trapero ante la juez, tras lo que mostró su sorpresa por el hecho de que el atestado del instituto armado se llevó a cabo entre los días 5 y 6 de octubre, cuando los Mossos no dieron cuenta de su actuación al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ni públicamente, hasta el día 10 de octubre.
Según un informe que la policía catalana entregó al TSJC tras el referéndum, los Mossos d'Esquadra impidieron el 1-O la votación en 446 centros de votación -de los más de 2.000 que se habían establecido-, y requisaron más de 400 urnas en 141 colegios electorales.
EFE