El pasado día 20 de Octubre, AENA había reducido su valor de cotización en un 16,3% respecto al máximo histórico que alcanzó el pasado mes de Junio. La semana mejoraba los resultados con los que recibió la nuevo presidente; ese valor, sigue siendo un 18% más alto que el del año pasado en las mismas fechas.
En todo caso, el valor de la compañía supera los 23 mil millones. Debe recordarse que cuando el estado saco a bolsa la empresa pública la valoró en 10.500 millones. Es decir, se ha más que duplicado. Un hecho que tiene dos consecuencias evidentes: el estado perdió con los precios de salida al mercado más de cuatro mil millones y los inversores privados obtuvieron escandalosas plusvalías en unas horas.
El precio de salida de la acción se fijó en 58 euros, al final de la sesión ya era de 70 euros: un 21%.más. El 20 de Octubre pasado la acción valía 153,6, casi el triple de lo que se compró originalmente, Los fondos de inversión, que mantienen más de un tercio de capital, han ganado en su inversión, más de ocho mil millones.
Presiones de privatización
Esta es la razón por la que la internacionalización y mayor privatización de la compañía ha sido fuente de presiones sobre el Gobierno. El anterior presidente del gestor aeroportuario, José Manuel Vargas, además de las presiones desde el mismo día de la privatización para subir su salario, actuaba como portavoz de los fondos de inversión para aumentar su privatización.
Efectivamente a la salida de Bolsa valorada en contra de los intereses del estado se ha sumado el intento de involucrar a la entidad en la OPA de Abertis, Si esto ya resultaba un incordio para los ministros encargados del Gobierno, que además consideraban a Vargas desconocedor del sector, la crisis del verano de El Prat, en la que Vargas estuvo desaparecido, provocó la solicitud de dimisión en el Congreso el 30 de Agosto por las fuerzas políticas, y acabó con la paciencia del Gobierno.
El Gobierno ha querido lanzar un mensaje claro: AENA ni se privatiza, ni será peón en operaciones de interés para los fondos de inversión. Un hecho que puede paralizar el crecimiento explosivo en bolsa pero mantener, consideran en el gobierno, un colchón de capital notable. Al fin y al cabo, los fondos están recibiendo un importantísimo dividendo.
Nueva presidencia
Parte de ese mensaje es el nombramiento, tras la dimisión de José Manuel Vargas, de Jaime García-Legaz quien esté al mando de Aena desde el 16 de Octubre. Los inversores castigaron levemente el nombramiento político, pero tampoco ha lesionado el valor de la compañía especialmente.
García-Legaz ha sido secretario de Estado de Comercio. Es además el actual presidente de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE) y su nombramiento va vinculado a no tomar un papel activo a la hora de solicitar al Estado español que reduzca su participación por debajo del 51%.
Ante el boom del turismo en España y el papel de los aeropuertos españoles, los resultados de la compañía son lo suficientemente atractivo para los accionistas privados. Deutsche Bank, a.g, Hsbc holdings, plc, Talos capital limited, Tci fund management limited, Tci Luxembourg, s.a.r. no solo han visto revalorizada su inversión sino que obtienen un alto rendimiento.
AENA ofrece buenos resultados: hasta junio de 460,9 millones de euros, un 36% superior al de 2016, si excluimos los extraordinarios. Además, la empresa se ha mostrado muy sólida a la hora de generar flujo de caja operativo, un indicador muy ilustrativo: 1.091 millones durante el primer semestre, un 9,1% más que hace un año.
Las causas del vuelco negativo en la capitalización de la compañía puede estar en los problemas corporativos tanto como en las resistencias del gobierno a aumentar la privatización de la compañía, deseada especialmente por algunos fondos como TCI que se quedaran sin protagonismo en Abertis, tras la OPA a la compañía.
La rebaja de las tasas aeroportuarias impuesta por el Ministerio de Fomento pueden ser compensadas, afirman desde la administración, por el logro de paz laboral y los problemas de Ryan Air, sustituidos por otras compañías.
Los inversores desearían más privatización. De hecho, El fondo The Children Investment (TCI), segundo máximo accionista de la compañía con 11,3% de capital, ha amenzado con abandonar la compañía: votó en contra de la entrada del nuevo presidente Jaime García-Legaz debido a su gran vinculación con el Estado español.
Marina Melinas/M,B.