viernes, septiembre 27, 2024
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La Audiencia Provincial de Málaga reabre el caso del triple crimen de Alhaurín

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Pocos vecinos malagueños de Alhaurín de la Torre no conocen el nombre de Lucía Garrido Palomino, víctima de uno de los crímenes más «negros» que se han cometido en esta localidad. El cuerpo de la propietaria de la finca de Los Naranjos, una mujer de 49 años, apareció flotando en la piscina con claros signos de violencia. Lo que parecía ser un asesinato al uso y fácil de resolver, -desde el primer momento se sospechó del marido de la víctima-, acabó rodeado de sicarios colombianos, drogas y una trama de corrupción policial. Sin embargo, sin pruebas concluyentes, el juez archivó el caso. Nueve años después, la Audiencia Provincial de Málaga vuelve a reabrir el caso. La incógnita de la muerte de Lucía vuelve a estar sobre la mesa. 

«Se obtiene la impresión de que hay algo que permanece oculto», explica la Audiencia Provincial de Málaga en el auto gracias al cual el caso del triple crimen de Alhaurín ha vuelto a ver la luz. La muerte de Lucía Garrido se relacionó con el asesinato de dos colombianos: Derian José Morales y Edwar Andrés Gómez. En estos últimos dos, es donde el magistrado del caso pide que se centre la atención: «Dichas personas accedieron al interior de la finca, saltando por encima de la valla y provistos de armas cortas, siendo sorprendidos por el dueño del inmueble y marido de Lucía Garrido, Manuel Alonso H., que les disparó con una escopeta de caza en su propiedad lo que provocó la muerte a los dos en ese mismo lugar», apunta el escrito judicial. 

La misteriosa muerte de Lucía en la finca de Los Naranjos sorprendió la tranquilidad del municipio malagueño de Alhaurín. Sin embargo, no fue la última sorpresa. Apenas un mes antes de que el magistrado archivase el caso, la misma finca en la que apareció muerta Lucía vivió otro episodio de armas: la muerte de dos sicarios colombianos. Ambos saltaron la verja de la vivienda con la intención, según el sumario de la investigación, de cometer un robo por motivos económicos. Sin embargo, Manuel, el marido de Lucía, alertado por los ruidos que se produjeron en la vivienda y tras rememorar los malos recuerdos de la muerte de su mujer, salió en busca de los ladrones con un arma en su poder. Mató a los dos «en defensa propia», según testificó al juez. 

No obstante, en 2015, la Fiscalía dictaminó, tras recibir información de testigos protegidos, que existía una «posible relación» entre Manuel «con varios agentes» de los altos mandos de la Guardia Civil «que vendrían dedicándose a diversas actividades delictivas, como el tráfico de drogas». Este último delito estaría relacionado con la presencia de los dos sicarios colombianos en la vivienda de Manuel. Según esta nueva línea de investigación, los colombianos no habrían entrado por motivos económicos sino a por «una importante cantidad de cocaína» relacionada con los negocios de Manuel, explican los investigadores en el auto. 

Fue en este momento cuando se abrió una nueva línea de investigación: un posible delito de inducción al asesinato. Los agentes investigaron a varios miembros de la Guardia Civil (AUGC) por estos hechos, aunque la instructora no encontró motivos para procesarles. Sin embargo, la Asociación Unificada de la Guardia Civil ha especificado en la última semana al juez que el asesinado de Derian y Edwar «es absolutamente incompatible con la legítima defensa» y que «existen hechos delictivos cometidos por otras personas, incluidos guardias civiles, dotados de la suficiente gravedad como para que no puedan entenderse como prescritos». 

Según AUGC, el dueño de la finca sabía que los asaltantes iban a acudir allí, con fecha y hora, «y estaba preparado para ello, esperándoles». La Audiencia hace suyo este argumento, al igual que el hecho de que el investigado dijera dos días antes de lo sucedido que había sufrido un extraño asalto en su casa «que sorprendentemente no denunció». Además, este crimen, unido a las extrañas circunstancias en las que murió su mujer -aún desconocidas-, han hecho sospechar en la última semana a la Audiencia Provincial de Málaga de la relación entre ambos asesinatos. 

Lo que en un primer momento parecía estar bajo llave y en carpetas, en los últimos días el cajón en el que hasta ahora se encontraba el caso del triple crimen Alhaurín ha vuelto a abrirse y a trastocar la tranquilidad del municipio malagueño. 

Andrea Morea

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