miércoles, noviembre 27, 2024
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Colau abandona la izquierda y la CUP a Puigdemont

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El 155 y la rápida convocatoria electoral ha supuesto, como apuntaba Estrella Digital en su portada del viernes una auténtica ruptura y recomposición del movimiento independentista y soberanista.

Colau abandona la izquierda

Las bases de Barcelona en Comú, la formación de Colau, han interpretado las críticas de la alcaldesa al PSC en el sentido de que la alcaldesa desea girar el gobierno de Barcelona y apoyarse en el independentismo que representa ERC, frente a la tradición barcelonesa de acuerdos de la izquierda.

Poco más de dos mil militantes de la formación han decidido por los casi doscientos cincuenta mil votantes que sumaron Barcelona en Comú y PSC y que respaldaban el actual gobierno de la Ciudad.

Una votación exigua y muy apretada que revela tanto la debilidad orgánica del partido de Colau y su profunda división. Solo han participado 3800 personas de las que solo 2059 (54%)  han votado a favor, frente a  poco más de 1700 (45,6%). Debe recordarse que ya en la participación electoral del 1-0 la oposición interna alcanzó el cuarenta por ciento.

En todo caso, una bajísima participación para un partido que se apunta a lograr la hegemonía. Se trata, además, de un resultado y de una división interna con efectos en los comicios del próximo día 21 y de futuro.

La tradición de acuerdos de izquierda en la ciudad de Barcelona forma parte de la cultura urbana desde 1979, que esa tradición se rompa en víspera electoral y a favor del independentismo, sector en los que Colau deberá apoyarse en el futuro, puede desanimar a una parte del electorado de los comunes.

Por otro lado, el pasado viernes Iceta ya advertía de consecuencias de futuro. La estrategia de tripartito en la que viene trabajando Domenech, y que provocó la cena de Roures, era la de un acuerdo Catalunya en Comú y ERC, con el apoyo del PSC. “No se entendería su hay ruptura en Barcelona” declaraba Iceta en un mensaje a las bases de Barcelona en Comú que no tuvo demasiado éxito.

Collboni, teniente alcalde socialista,  ha asegurado que la alcaldesa  «entre Barcelona y la independencia, ha escogido la independencia”.

La decisión de Colau tiene efectos, también, en la situación del PSC y PSOE. Sin duda alguna, tanto los comunes como Pablo Iglesias han decidido el bloqueo político de los socialistas y empujarles hacia acuerdos con Ciudadanos y PP, con la aspiración de lograr una hegemonía en la izquierda, sin alianzas con el PSOE.

En todo caso, el movimiento de Colau anticipa una estrategia de alianzas que pudiera impedir al PSC la posición centrista entre unionistas e independentistas en la que venía trabajando el líder socialista. La posibilidad ya no queda en manos de los partidos sino del electorado

La CUP abandona a Puigdemont

Los anticapitalistas eran la única formación que todavía podía sumarse a la llamada “lista de país” que viene proponiendo Puigdemont y que desea encabezar. Tras la decisión de Esquerra Republicana, ahora la CUP ha decidido presentarse a unas elecciones que considera “ilegítimas”.

El 94% de los militantes de la formación anticapitalista han decidido presentarse bajo sus siglas y liderar candidatura de izquierdas. La fórmula es similar a la que aplicó en las anteriores elecciones.

Puigdemont se queda con el apoyo, eso sí, de la ANC y el silencio de su partido que no se ha pronunciado sobre la candidatura, aunque antes de ser propuesta por Puigdemont no se consideraba posible.

Eso sí, los actuales dirigentes del PDeCat no niegan la utilidad de sumergirse en una candidatura unitaria, dadas las malas perspectivas electorales.

Domingo Labrador

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