El 1 de enero de 2017 Estefanía, una joven de 24 años, fue arrojada por la ventana por su pareja, un hombre de 25 años. Como ella, Matilde, de 40 años, y Antonia, de 37, continuaron la lista de una de las lacras que España no ha conseguido quitarse de encima: la violencia de género que, a día de hoy, han ascendido hasta las 60 mujeres asesinadas. El año pasado, a estas alturas del año, 40 mujeres (20 menos que en el 2017) habían sido asesinadas por sus parejas, exparejas o amigos, según los datos reflejados por el Ministerio del Interior. Sin embargo, la cifra es aún más escalofriante si se tienen como referencia los datos de los últimos 14 años: 917 mujeres y 23 niños han muerto como víctimas de la violencia de género.
El día previo al Día Internacional contra la Violencia de Género, celebrado mañana 25 de noviembre, empezaba de la manera más trágica posible. A primera hora la mañana de este viernes, los vecinos de Venarós, en Castellón, se despertaban tras escuchar varios disparos. Alertados por los estruendos, llamaron a los servicios de Emergencia. A su llegada al domicilio, los servicios sanitarios encontraron en el interior de la vivienda los cuerpos sin vida de Katharina, una joven alemana de 35 años residente en España, y el de su expareja, un hombre de 40 años. La mujer había sido asesinada tras recibir un tiro en la cabeza. El hombre se suicidó después de cometer el crimen. Katharina se convertía así en la víctima número 60 contra la violencia de género.
Como Katharina, otras 59 mujeres y niños han perdido la vida en lo que va de año como consecuencia de estos asesinatos. “Puta” y “zorra” son los insultos que le profirió Sergiu Manuel M. a su expareja momentos antes de asesinarla a cuchilladas en 2014. Tres años después, el próximo lunes comienza su juicio. Emilio Fernández Castro provocó una explosión de gas en la casa de su expareja, María José Mateo, por un ataque de celos. Ambos murieron en el acto. José Luis G. G. empujó a Gloria Amparo por el hueco del ascensor provocándole la muerte en el acto. Joe de Jesús degolló a su novia Erika Lorea y, posteriormente, se tiró por la ventana. Imanol Castillo disparó el pasado 2 de noviembre a su expareja, Jessica Bravos, delante del hijo menor de ambos en plena calle y a la salida de un colegio de Elda, Valencia. Posteriormente, el asesino se suicidó. Éstos son solo cinco de los 60 asesinatos por violencia machista registrados hasta la fecha y, solo cinco de las más de 917 muertes producidas en los últimos 14 años.
Madres, padres, hijos, amigos y demás familiares son también víctimas de este tipo de crímenes. En la mayoría de las ocasiones, los asesinos buscan hacer daño a éstos a través del asesinato de uno de los hijos de las víctimas como el caso de Vladimir V., un joven padre de 27 años, que el pasado mes de febrero se arrojó al vacío desde una cuarta planta del Hospital de La Paz de Madrid con su hija de 1 año de edad en brazos. “Te voy a dar donde más te duele”, le dijo el padre minutos antes de suicidarse a la madre. Padre e hija murieron sin que los médicos y enfermeros del hospital pudieran hacer algo. A pesar de los hechos, el Ministerio del Interior no incluyó el asesinato en la lista de crímenes por violencia machista. Hace tan solo 12 días, Laurentiu Mihai degolló a su hija de dos años después de que su pareja y madre de la pequeña decidiera terminar la relación que mantenían.
Cada día, más denuncias
No obstante, no son solo los asesinatos los que se ponen de manifiesto con la celebración del Día contra la Violencia de Género. Los abusos sexuales también tienen su relevancia en un día como el de mañana domingo. Según datos proporcionados por el Ministerio del Interior, el año pasado 1.249 mujeres denunciaron haber sufrido una violación y 1.684 afirmaron haber sufrido una agresión sexual sin penetración. Además, el organismo institucional ha registrado la existencia de más de 6.900 abusOs sexuales a mujeres. En total se produjeron 9.855 ataques. Vejaciones que se han puesto en evidencia en las últimas semanas con las denuncias de varias actrices y políticas y que, poco a poco, parecen estar teniendo más relevancia.
A raíz del gran elevado número de muertes en España, Amnistía Internacional publicó el pasado lunes un informe en el que denuncia que la violencia sexual en España continúa “invisible” para el Gobierno. “Fallamos como sociedad cuando las víctimas de violencia sexual se las trata como acusadas, y cuando la noticia es si su relato es veraz o no”, explica Virginia Álvarez, responsable de política interior de Amnistía Internacional. A esta asociación se les unen las críticas de Naciones Unidas y varias ONG que también acusan a España de mirar hacia otro lado. Ya en 2015, el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer sacó los colores al Ministerio de Sanidad y le exigió la creación de un organismo ponga solución a esta elevada lista de muertes.
Sin embargo, estas llamadas de atención se quedaron en el olvido hasta que dos años después y tras más de 200 muertes de mujeres, hombres y niños víctimas de la violencia de género han hecho que el Gobierno actual del PP cree un pacto de Estado con el resto de los partidos políticos con la intención de poner fin a la herida a través de la cual España sigue sangrando.
Andrea Morea