lunes, noviembre 25, 2024
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Iveco despide a un trabajador de baja y no le permite reincorporarse a su puesto

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Jesús Manuel García-Morato Villareal vive desde el pasado mes de marzo una pesadilla, cuando Iveco, la empresa para la que trabajaba desde el año 2012, decidió despedirle al alegar que había faltado injustificadamente a su puesto de trabajo durante varios días seguidos. Pero la realidad es que la compañía decidió prescindir de su empleado durante un periodo en el que Garcia Morato se encontraba de baja, tras ser intervenido en el mes de febrero para extirparle un bulto sospechoso de su cadera. Iveco aprovechó un retraso en la entrega de los partes de baja por parte del trabajador para prescindir de él, aunque al final la Justicia ha obligado a la empresa a readmitirle o a indemnizarle con algo más de 7.000 euros. Tras rechazar esta cantidad, ahora este empleado de cuarenta años con dos hijos a su cargo lucha porque la compañía le devuelva su puesto de trabajo. «A mí no me soluciona nada ese dinero, yo necesito trabajar para mantener a mi familia», afirma García-Morato.

El calvario de este trabajador afincado en la localidad madrileña de Pinto comenzó hace casi dos años, cuando le descubrieron un problema en su espalda que le mantuvo de baja cerca un año – desde comienzos de 2016 hasta finales del mismo-. Durante este todo este tiempo, remitió de manera religiosa los partes de baja semanales a su empresa, Iveco. En un momento dado, los servicios médicos de la compañía le comenta que sería mejor que juntara dos o tres partes y los mandara juntos, para que así no tuviera que hacerlo cada siete días, según relata el propio afectado. Esta inocente recomendación ha sido la culpable de todos los males de Garcia-Morato. 

En enero de este año 2017, ya recuperado de su problemas de columna, se reincorporó a su actividad laboral, pero la mala fortuna se volvió a cebar con él. Durante una revisión le descubrieron un bulto sospechoso en la cadera que podría ser cancerígeno. El médico decidió que habría que operar de urgencia y por ello decidió intervenirle el 23 de febrero para extirparle el bulto. Sólo catorce días después -el 10 de marzo- García-Morato recibió un desagradable burofax donde Iveco le comunicaba su despido por haberse ausentado de su puesto de trabaja de manera injustificada durante varios días. 

«Siguiendo las recomendaciones del Servicio Médico durante mi anterior estancia de baja decidí seguir las mismas indicaciones y juntar dos partes para remitirlos a la empresa. Iveco era conocedora de mi situación y de mi enfermedad, pero aprovechó mi supuesto retraso para comunicarme mi despido procedente por no acudir de manera injustificada a mi puesto de trabajo», explica García-Morato. Este padre de familia y afiliado de CCOO puso el caso en manos de la Justicia al entender que su cese no se ajustaba a los márgenes legales que la empresa alegaba. 

La Justicia, del lado del trabajador

Tras varios meses de espera, un juez ha dado la razón al trabajador y ha declaro el despido como improcedente. La Justicia condena a Iveco a readmitir en su puesto al trabajador o a indemnizarle 7.387 euros. La empresa ha optado por la segunda opción, de hecho, conscientes de que tenían todas las de perder, ya habían intentado llegar a un acuerdo previo con el afectado con cantidades mayores, pero este siempre ha rechazado esta indemnización y todas las anteriores. «Durante la mediación me ofrecieron cerca de 14.000 euros para no llegar a juicio, pero yo siempre lo he rechazado porque lo que quiero es volver a trabajar y poder mantener a mi familia», explica este padre de familia con dos hijos de 9 y 5 años, uno de ellos con problemas de salud. 

Durante este tiempo de espera hasta que ha salido la sentencia García-Morato ha recibido el apoyo de sus compañeros y también de partidos políticos como Izquierda Unida que han criticado la medida tomada por la empresa. «Desde IU Madrid consideramos que no es una razón justificada para que se le imponga la máxima y más dura sanción que se puede aplicar a una trabajadora como es el despido», manifestó la formación de izquierdas en un comunicado nada más conocerse la noticia. 

Ahora, después de haber consumido cerca de 9 meses de su paro, el trabajador lucha por volver a Iveco. «He interpuesto un recurso ante el Tribunal Superior para que me de la nulidad del despido y pueda volver a mi puesto de trabajo dado que el despido en sí no se ejecuta en los márgenes legales que la empresa alegaba, es decir por indisciplina. Además, a mí se me impone la mayor sanción, que es el despido, cuando según convenio lo que recogía era una sanción administrativa, por escrito una falta grave o castigarme sin sueldo durante una semana», explica el trabajador. 

Iveco no contesta

La resolución de este recurso puede alargarse en el tiempo y García-Morato no está dispuesto a seguir en el paro. Por este motivo, ha decidido buscar trabajo, pero la situación laboral actual y sus condiciones físicas condicionan su búsqueda. «Desde que me descubrieron la lesión crónica en mi columna el médico me impuso una limitaciones: no puedo coger peso ni realizar posturas forzosas, pero en Iveco trabajan más de 3.000 personas y antes de solicitar la segunda baja ya estaba pendiente de que me reubicaran en un puesto que se adaptara a mi informe médico», afirma el afectado que también se encuentra en tratamiento psicológico por la dramática situación en la que se encuentra. 

Por su parte, Iveco no ha dado su versión de los hechos. Estrella Digital ha intentado ponerse en contacto con la empresa vía telefónica y vía email, pero en ninguno de los dos casos ha obtenido ninguna respuesta. Ahora la situación vuelve a estar en manos de la Justicia, aunque Garcia-Morato afirma que no se va a rendir jamás: «Voy a seguir hasta donde haga falta… me da igual llegar al Tribunal Europeo, pero yo lo único que quiero es poder mantener a mi familia». 

Carlos Lospitao

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