Gobierno central y partidos no nacionalistas han condenado el viernes el colgamiento en un puente de la C-17 a la altura de Malla (Barcelona) de siete muñecos boca abajo, algunos de ellos con logotipos de Ciudadanos, PSC y PP, junto a una pintada que pide la libertad de los «presos políticos».
Alertados por un ciudadano, agentes de los Mossos d'Esquadra se han desplazado al lugar, han descolgado los muñecos y han abierto una investigación para tratar de identificar a las personas que han colgado estos muñecos en el puente, simulando su ejecución.
El ministro portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha expresado su condena por el incidente que ve una prueba de la «ruptura de la convivencia en Cataluña».
«Este tipo de comportamientos son antidemocráticos y el Gobierno los rechaza», ha asegurado.
En esta misma línea, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha calificado el hallazgo de «absolutamente deplorable» y ha recalcado que se trata de un «comportamiento antidemocrático».
«Estas expresiones son lamentables, no aportan nada positivo a la concordia, convivencia y son una falta de respeto a la diferencia de pensamiento y al pluralismo», ha dicho.
Desde Ciudadanos, Albert Rivera ha señalado que esos muñecos, con las siglas de su partido, del PSC y el PP pegados al cuerpo, ponen de manifiesto que la formación naranja y los socialistas de Miquel Iceta tienen el mismo rival, que no es otro que los «radicales separatistas» que son quienes les colocan en la diana.
«Nuestra rotunda condena ante actos execrables de intolerantes», ha denunciado el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en su perfil de Twitter.
Denuncias también de la portavoz socialista en el Congreso, Margarita Robles, quien confía en que los Mossos d'Esquadra, que han demostrado «profesionalidad» en muchas ocasiones, identifiquen a las personas que colgaron esos muñecos con los logotipos de tres de los partidos que apoyaron en el Senado la aplicación del artículo 155.
Robles ha explicado que «ninguna campaña electoral» permite «amenazas ni descalificaciones que exceden la crítica razonable», y ha recordado que el PSOE también ha condenado los tuits vejatorios dirigidos recientemente a la dirigente catalana del PP y secretaria primera de la Mesa del Congreso, Alicia Sánchez-Camacho.
Desde Podemos, la secretaria de Acción Institucional del partido y vicepresidenta cuarta del Congreso, Gloria Elizo, ha atribuido al «descrédito» de la clase política el hecho de que se hayan «normalizado» amenazas anónimas como esos muñecos colgados boca abajo en una carretera catalana.
Elizo también se ha solidarizado con su compañera en la Mesa del Congreso Alicia Sánchez-Camacho, acosada e insultada en internet, y ahora con estas «agresiones deleznables» de los muñecos.
«Somos responsables todos» y por eso hay que «cuidar los espacios democráticos y el cumplimiento de la legalidad», ha añadido.
Desde el PP de Cataluña, Xavier García Albiol, ha denunciado el «fanatismo» generado por el expresident Carles Puigdemont y el exconseller Oriol Junqueras y ha denunciado que el «odio de algunos independentistas» hacia el PP y otros partidos constitucionalistas le recuerda a «las maneras mafiosas del cártel de Medellín».
EFE