Uno de los cinco acusados de violar en grupo a una joven durante los sanfermines de 2016 aseguró en el juicio que en ese momento «todos» hacían lo que querían. «Todos en ese momento hacíamos lo que queríamos» declaró J.A.P. en el interrogatorio que tuvo lugar el pasado 22 de noviembre y al que ha tenido acceso El Mundo.
En esa declaración, el acusado, que fue quien aprovechó la entrada de una vecina para acceder al portal donde tuvieron lugar los hechos, insiste en que la joven fue «participativa», llegando a tomar la iniciativa en algunos casos y diciendo, incluso, a uno de ellos, «fóllame».
El imputado relata cómo conoció a la chica en la plaza del Castillo de Pamplona y entabló con ella una conversación que se puso de «tono sexual». En este sentido declara que después de preguntarle en varias ocasiones quién le gustaba más de ellos y a la pregunta de si se iría con dos, ella responde que «con dos, con tres, con cuatro, con cinco, con lo que hiciese falta».
Eso, según sus palabras, les llevó a dar el siguiente paso: «A nosotros nos parece atractiva, nos parece guapa, nosotros le parecemos atractivos, pues vamos a buscar un sitio». Cuestionado sobre si no le sorprendió que una chica que entonces tenía 18 años y a la que acababan de conocer quisiera irse con los cinco, responde que no era la primera vez que conoce a una chica en una fiesta y se va con ella, «muchas veces incluso sin hablar».
Asimismo señala que «no era la primera vez» que tenía sexo en grupo «igual, a lo mejor, cinco no, pero con dos o tres sí».
Su primera intención es encontrar una habitación en un hotel, lo que no consiguen, por lo que continúan por la calle hasta que observan a una mujer entrando en un portal lo que aprovechó para acceder al mismo y, una vez que la vecina ya no estaba, dejar pasar al resto.
Allí buscan «el sitio digamos más escorado del portal y ahí pues mantenemos relaciones sexuales», indica el acusado, quien manifiesta no recordar si la chica iba de «la manita con alguien o iba sola», pero «agarrada por las muñecas fuerte seguro que no», insiste.
En ese espacio se producen felaciones y penetraciones, sin preservativo, que son relatadas por el acusado, quien dice no recordar si le preguntaron a la chica si disfrutaba o si estaba a gusto, así como que no le pareció «extraño que tuviese los ojos cerrados cuando lo está haciendo».
Al contrario, sostiene que todo fue «totalmente consentido», que apreció «gemidos» que identificó con placer, que en ningún momento observó en su cara gesto de pena o llanto, ni ella manifestó que no quería mantener relaciones, «ni muchísimo menos, lo contrario», sentencia. «Tal y como fuimos eyaculando pues nos fuimos» comenta al explicar cómo se marcharon del portal dejando a la chica allí sola, sin recordar cómo estaba ella.
Sobre la grabación en vídeo de los hechos, la considera «normal» y manifiesta que la querían para «uso personal», si bien, tal y como se expuso en la sesión, en el grupo de WhatsApp que tenían con el nombre de La Manada poco después de que tuvieron lugar los hechos escribió: «Hemos follado los cinco, hay vídeo». En cuanto al por qué les ha podido denunciar la joven, manifiesta que no lo sabe.
EFE