Los documentos, armas y efectos ocupados a ETA en Francia durante los últimos veinte años, y entregados a España por el país vecino, servirán para potenciar la investigación de los crímenes de la banda terrorista que están sin resolver judicialmente. Además, contribuirán a dignificar la memoria de las víctimas a través del trabajo del Centro Memorial con sede en Vitoria, según informa en una nota el Ministerio del Interior.
Los pasados días 5 y 6 de febrero, y bajo el nombre «operación Mémoire vivante», se llevó a cabo el traslado del «archivo de ETA» desde París a Madrid en un convoy de camiones de la Guardia Civil.
El convoy viajó escoltado por una unidad del Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Benemérita y por una patrulla de la Gendarmería francesa. Se realizó con la máxima confidencialidad, por razones de seguridad, y siguiendo el criterio establecido de común acuerdo por ambas partes, ha explicado Interior.
La entrega, la primera de estas características que realizan las autoridades francesas, es fruto de la colaboración que España y Francia han mantenido hasta alcanzar la derrota operativa de ETA que «tuvo su punto culminante» en febrero de 2017 en la cumbre hispano-francesa celebrada en Málaga y presidida por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el por entonces presidente de la República Francesa, François Hollande.
Los efectos intervenidos, especialmente la documentación en papel y en soporte informático, así como las armas requisadas a numerosos miembros de ETA detenidos en Francia, servirán para esclarecer algunos de los crímenes perpetrados por ETA, todo ello bajo la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
En total son unos cincuenta sumarios instruidos por la justicia francesa, concluidos definitivamente, y cuyos elementos de prueba han sido cedidos al Ministerio del Interior español.
Se trata, ha señalado Interior, de los sumarios de mayor relevancia de los últimos años, que se corresponden con las operaciones antiterroristas más importantes llevadas a cabo por la policía francesa en colaboración con los servicios de información españoles.
Una labor en la que ha destacado la ya exjueza Laurence Levert, uno de los mejores aliados que han tenido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas en su decidida lucha contra ETA.
El volumen del material que constituye el «archivo de ETA» es muy valioso. Se compone de miles de documentos y efectos, a lo que hay que sumar numerosos dispositivos informáticos de gran capacidad de almacenamiento.
En ellos los expertos esperan encontrar datos relevantes sobre el funcionamiento interno de ETA, decisiones estratégicas, autocríticas sobre la realización de atentados terroristas, datos sobre la extorsión conocida como «impuesto revolucionario», notas internas de aparatos y comandos de ETA, información sobre potenciales objetivos, etc. Sólo en papel hay más de 40.000 folios de documentación, a lo que habría que añadir los documentos en formato digital.
Francia también ha entregado más de trescientas armas y piezas de armas de todo tipo (pistolas, revólveres, armas camufladas en objetos, lanzagranadas…). Armas que serán objeto de estudios balísticos para cotejarlas con atentados sin esclarecer que hayan sido cometidos en España.
El Ministerio de Interior ha destacado el «considerable valor histórico» del material que compone la entrega por las informaciones que puedan extraerse sobre las estrategias y tácticas seguidas por ETA durante esos años, «que podrían desmontar parte del relato del conflicto que se pretende imponer desde aquellos que fueron protagonistas o cómplices del azote terrorista que durante tantos años padeció la sociedad española».
Interior ha mostrado su agradecimiento a las autoridades francesas por la entrega del «archivo de ETA» y por su «compromiso en la lucha contra el fanatismo terrorista y la contribución decidida a la dignidad y memoria de las víctimas del terrorismo».
EFE