Parece que es escuchar 'Mi gran noche', de Raphael, y no poder impedir que sus pies se pongan en marcha y él llene la pista de baile, sin importarle que le fotografíen o le graben en plena actuación. El presidente del Gobierno volvió a demostrar una vez más que a 'marchoso', y no sólo por sus interminables caminatas, no le gana nadie.
Mariano Rajoy ya ha confesado en más de una ocasión su pasión por la música y, sobre todo, por las canciones de los años ochenta y, al igual que hiciera en una fiesta en el Gran Hotel La Toja en Galicia en 2016, ha vuelto a dar rienda a su 'fiebre sabatina' con una nueva actuación, en este caso en Murcia.
En concreto fue en la pista posterior al enlace nupcial del hijo de Francisco Riquelme, el Registrador de la Propiedad de Santa Pola, que reemplazó al presidente del Gobierno en la plaza cuando éste se lanzó a la política hace 30 años.
Rodeado por damas de familias conocidas de Murcia, desde los Meseguer o Guillamón a los Gómez Fayren y Pascual del Riquelme, Rajoy mostró de nuevo sus dotes de bailarín, aunque para muchos nada tiene que ver con ilustres del celuloide como Fred Astaire o el más reciente John Travolta.
Lo que sí ha logrado es que su baile durante su tiempo de ocio se haya hecho viral en nuestro país y que, probablemente, otros compañeros de partido y de profesión se lo recuerden muchas veces.