Ha bastado que las cámaras grabaran el pasado domingo el incidente a la salida de la catedral de Palma de Mallorca para que no sólo todo el mundo hable de la Casa Real de nuevo, y para mal esta vez, sino también para que comiencen a salir ‘trapos sucios’ de la misma que parecían estar bien ocultos.
El ‘forcejeo’, con la Princesa Leonor de por medio, entre doña Letizia y doña Sofia ha hecho que se recuerde que su mala relación viene al parecer de lejos, como se ha encargado de señalar Pilar Eyre, experta en todo lo que tiene que ver con esa familia, en una intervención en Radio Galega.
La periodista, una vez aclarado que la reina doña Sofía siempre ha manifestado su enorme tristeza por no poder ver ni disfrutar apenas de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. algo de lo que al parecer se ha quejado en privado, sobre todo ante sus familiares griegos, ha puesto un ejemplo de esa mala relación.
Según ella, un día, cuando las niñas eran bebés (ahora Leonor tiene 12 años y Sofía cumplirá 11 en unos días), Doña Sofía se acercó a la residencia de su hijo en el complejo de La Zarzuela con idea de ver a las pequeñas, pero al llegar se encontró con una más que desagradable sorpresa, «le abrió la puerta la niñera. Le dijo que ni Don Felipe ni Doña Letizia estaban y que no podía dejarla pasar a visitar a las bebés porque la entonces Princesa había dado orden de no dejar pasar a nadie que no estuviera en una lista. Y ella no lo estaba».
Lo peor, según Pilar Eyre, es que lo que más le ha molestado siempre a Doña Sofía es que ese intento de preservar la intimidad de las pequeñas no afecta a su consuegra, Paloma Rocasolano, que dice que entra y sale de la vivienda de los Reyes cuando quiere y como quiere.
La colaboradora de muchos programas de Mediaset insiste en que el detonante de este último enfrentamiento en Palma se ha debido a la defensa de la Infanta Cristina por parte de Doña Sofía, algo que la reina Letizia considera que perjudica la imagen de la Familia Real. Según ella, la emérita y su nuera se llevan ya tan mal que «no se dirigen la palabra».
M. A.