Barcelona, 23 may (EFE).- Tras dos discos tutelados por Joan Chamorro y David Pastor, Eva Fernández se ha lanzado en vuelo libre con «Yo pregunto», un álbum en el que pone música a poetas hispanoamericanos y con el que se suma a la lista de jóvenes artistas con talento que siguen la estela de Sílvia Pérez Cruz.
Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik, Julio Cortázar y Alfonso Costafreda son los poetas que ha elegido para este disco, que ella define como «una declaración de principios» con la que toma las riendas de su carrera.
A sus 24 años de edad, Eva Fernández lleva diecisiete en la música: empezó como alumna de Joan Chamorro con siete, entró en la recién creada Sant Andreu Jazz Band cuando tenía doce y grabó su primer disco con diecinueve.
Esta experiencia le ha dado instrumentos para dar el salto y editar un álbum compuesto casi íntegramente por temas propios, que presentará mañana en concierto en El Molino de Barcelona.
«No reniego de mis anteriores discos -ha señalado la cantante a Efe-. He aprendido mucho, siempre rodeada de grandes músicos mucho mayores que yo, pero ahora tengo cosas que explicar y siento la necesidad de coger los hilos».
El resultado es «Yo pregunto», un trabajo discográfico formado por ocho temas, siete propios, en los que propone una sonoridad arriesgada y personal, sin barreras estilísticas.
En «La Caricia» resuena la magia de la música negra y el poema de Julio Cortázar «Para Leer en Forma Interrogativa» tiene aire de bolero.
En este último tema es donde se aprecia más claramente la influencia de Sílvia Pérez Cruz, una artista con un timbre de voz muy diferente pero con la que comparte sonoridad.
«Sílvia es un músico muy potente que está influyendo en mucha gente joven de forma natural. Artistas como Maria Arnal o yo formamos parte de esa generación», ha señalado.
La guitarra eléctrica de Josep Munar, la batería de Enric Fuster y el saxo soprano de Eva Fernández son los únicos instrumentos que suenan en este disco, marcado por la premisa de «menos es más».
Eva Fernández ha seleccionado los poemas y ha compuesto las melodías y Josep Munar se ha unido a la composición para crear mano a mano las armonías.
Así han nacido siete temas íntimos en el que se cruzan influencias musicales para vestir poemas de las argentinas Storni y Pizarnik, el también argentino Cortázar y el catalán Costafreda.
«Me gusta que sean dos mujeres y dos hombres, sobretodo porque ha surgido así, sin buscarlo, y eso demuestra que se puede encontrar el equilibrio de manera natural», ha explicado.
La búsqueda de los poemas fue la primera parte de la elaboración del disco y, así como el género de sus autores no fue un elemento determinante para elegirlos, sí lo fue el idioma: «Los primeros poemas que elegí fueron en castellano y eso me llevó a buscarlos todos en este idioma porque estéticamente ligaba más, ya que cada idioma tiene su color concreto».
Fernández no descarta componer o cantar temas propios en catalán más adelante, pero rechaza el inglés, idioma que ha utilizado mucho a lo largo de su carrera, porque cree que «en tu propio idioma eres más honesto».
Sinceridad y honestidad es lo que busca la artista con este disco que desde que salió a la luz, el pasado 11 de mayo, ha captado la atención de gente joven, según la artista, que reconoce que hasta ahora su público era más mayor que ella y confía que a partir de ahora sea más intergeneracional. EFE