Madrid, 23 may (EFE).- Entre 2008 y 2009, al menos 35 empleados de France Télecom se suicidaron por lo que se llamó la «gestión a través del terror», explica a Efe Nicolas Silhol, cineasta que debuta con «Corporate», una cinta que se inspira en esa ola de suicidios que conmocionó a Francia.
«Corporate», protagonizada por Céline Sallette y Lambert Wilson, llega el viernes a los cines de España para hacer reflexionar al público sobre «métodos administrativos reales» que Silhol ha ido recopilando a través de entrevistas a diferentes inspectores de trabajo.
La protagonista del filme es Emile (Céline Sallette), recientemente contratada por su superior, Stéphane Froncart (interpretado por Lambert Wilson), como jefa de recursos humanos de la multinacional Esen con su falta de escrúpulos como principal activo.
Su misión es llevar a cabo el Plan 2016, que consiste en conseguir que los empleados que la empresa ya no quiere renuncien a su puesto y así evitar que la multinacional sea acusada de despedir a cientos de trabajadores.
La estrategia de Esen es crear «circunstancias adversas» al trabajador «nominado» para que, con el tiempo, renuncie voluntariamente, y Emile sigue el programa con total obediencia hasta que, un día, uno de sus empleados se suicida saltando desde la ventana de su oficina de París.
«Es una filosofía de la gestión que consiste en hacer que el empleado toma él las decisiones. Así que los gestores se quitan la responsabilidad totalmente, y lo hacen de forma que el empleado tome él mismo la decisión de dimitir», explica Silhol sobre lo que denomina «gestión a través del terror».
«Corporate» describe algunos de los instrumentos de ese sistema tales como evaluaciones de comportamiento con criterios de evaluación «muy vagos», o la «incitación a la movilidad», otra estrategia de acoso y derribo que consiste en poner entre la espada y la pared al empleado ofreciéndole un puesto en otro lugar como única opción de permanencia.
Silhol, con experiencia en la realización de cortometrajes gracias a «Tous les enfants s’appellent Dominique» -seleccionado para los Óscar 2010- y «L’amour propre», da el salto al largometraje con esta cinta por «varias razones».
La primera es puramente personal, ya que su padre es consultor de recursos humanos y las relaciones laborales son una cuestión que siempre le ha interesado, mientras que los padres de su coguionista, Nicolas Fleureau, hicieron toda su carrera en France Telécom, la empresa en la que se inspira la historia de «Corporate».
Entre 2008 y 2009 se registraron 35 suicidios, según cifras de la dirección de la corporación, cuando se llevaron a cabo reducciones de empleos y traslados de empleados. La justicia francesa imputó en 2012 a France Télécom por presunto acoso moral en relación con los suicidios.
La segunda razón, continúa Silhol, es «social»: «Nos interesaba también, más que contar la historia de una víctima de ese sistema de gestión, cuestionar la responsabilidad individual».
Por eso, «Corporate» la protagoniza alguien que hace el «trabajo sucio», una responsable de recursos humanos que «se ve enfrentada a la muerte de un empleado».
«Ella se defiende o se justifica diciendo que ella ha hecho su trabajo, que ha obedecido órdenes», comenta el realizador.
«Nosotros queríamos que los que describiésemos fuese muy preciso. Todos los métodos de manipulación son reales y los hemos tomado en gran parte de France Telécom, pero no solo de ese caso», añade Silhol.
«Corporate», cuyo reparto completan Stéphane De Groodt, Alice de Lencquesaing, Charlie Anson y Violaine Fumeau, no pretende «dar lecciones morales» pero sí presentar un «recorrido» que, «finalmente, puede servir de ejemplo», concluye Silhol. EFE
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