“Sí, efectivamente, mi yerno fue contratado para ejecutar el control de las obras del Wanda Metropolitano. ¿Qué pasa?, ¿es que acaso yo soy un político? ¿Es que mis familiares no pueden trabajar?” Es la contundente respuesta de Enrique Cerezo al hecho, según documentos en poder de este diario, de que dos parientes suyos tienen negocios vinculados al club que preside.
Si por un lado Cerezo afirmaba a Estrella Digital que no le constaba que Kiyomi Cerezo, su sobrino, hubiera firmado el cobro del 15% de un contrato millonario para remodelar el estadio, por otro lado admitía sin rubor que su yerno, Raúl Pérez Acebo, sí tenía un claro nexo con contratos del Wanda: nada menos que la dirección de su multimillonario reacondicionamiento como estadio exclusivo de los colchoneros.
No menos llamativo es que este presidente deportivo considere que al no ser un político no es cuestionable que sus parientes se beneficien de contratos otorgados bajo su administración societaria.
Mientras que el rastreo de firmas de sus parientes, yerno o sobrino, lo puede hacer hasta el más humilde becario, el todopoderoso líder de la familia Cerezo asegura ignorar estos detalles: “No conozco si mi sobrino tiene o ha tenido empresas”.
Cerezo, en charla con este diario, alternó la elegancia y la cortesía con alguna señal de malestar: “esto que me explica me da la risa. El 99% de las informaciones que publica la prensa son erróneas”. Y acto después, pasaba a mayores: “Esto es buscar mierda a toda costa”, ha declarado ante la insistencia de este medio por saber los detalles que rodean a este contrato.
Sin embargo, este diario ha intentado ser escrupuloso en cuanto paso ha dado y publicado. El contrato del 15% existe y sus beneficiarios eran el sobrino y el yerno de Cerezo. Cerezo confirmó a este diario que existía el contrato matriz del que debían beneficiarse sus parientes. Pero no desmintió ni confirmó si existía ese subcontrato con sus parientes: «No me consta». Le habría bastado una llamada a sus familiares para trasladar una respuesta más precisa.
Este diario ha solicitado la versión del presidente rojiblanco y ha mencionado el cobro del 15% de un contrato como lo denomina el contrato: consultoría. No de otro modo.
Pese a que cualquier periodista cuando vislumbra un porcentaje de un contrato sin causa clara lo suele definir con palabras muy gráficas que suelen poblar la prensa cuando se habla de partidos políticos. Véase el 3% de Cataluña. Nadie habla de consultorías.
Carlos Quílez