El guardia civil de La Manada llegó a la comisaría de Sevilla, rellenó la ficha con todos sus datos, aguardó su turno y pidió el duplicado de su pasaporte a la funcionaria. Sólo cuando ella vio el aviso en pantalla de la restricción en su documento le preguntó si tenía alguna causa pendiente. Él dijo que sí. Y ella le volvió a preguntarle si quería sacarse el pasaporte. Entonces él dijo que no, que no quería el documento sino informarse de lo que tenía que hacer porque se lo pedían en el juzgado y lo había perdido.
Explicaciones que sólo proporcionó después de que saltara en el sistema la alerta judicial. La funcionaria declaró ayer en la vista que Antonio Manuel Guerrero tampoco exhibió el auto judicial.
La policía ha reiterado hoy que la versión de las funcionarias es clara y que es la misma desde el principio: que el guardia civil de La Manada acudió a sacarse el pasaporte y que las aclaraciones llegaron luego, cuando descubrieron el aviso prohibiendo sacarse cualquier duplicado.
El abogado del guardia civil sostiene lo contrario. Para defender su inocencia se aferra a que Guerrero contestó a las funcionarias que no quería sacarse el pasaporte.
La novia de Guerrero fue la que pidió cita previa para renovar el pasaporte a Guerrero. Lo hizo antes de que saliera de prisión. Cuando él salió de Alcalá Meco, sólo una hora después en el coche de camino a Sevilla, llamó a la centralita del 091 para pedir información sobre qué hacer con su pasaporte perdido porque debía entregarlo. El funcionario de la centralita le dijo que debía informarse en una comisaría.
Ahora la Sala Segunda de la Audiencia debe decidir si todo obedece a una “torpeza” del guardia civil o si pretendía conseguir a toda prisa su duplicado antes de que llegara la orden judicial a la Policía.
Ninguno de los miembros de La Manada han entregado su pasaporte al Juzgado, pero a diferencia de Guerrero, el resto no ha tenido ningún problema. Han informado por carta al juzgado del extravío. El trámite más lógico en estos casos.
El abogado de Guerrero pide que siga en libertad pero si los jueces lo creen necesario ofrece como alternativa endurecer las medidas cautelares, con una pulsera de localización y prohibiéndole salir de Andalucía.
Redacción