A las 11.55 horas, Lidia paseaba con su marido y con sus tres hijos de entre 4 y 7 años por Barcelona. Los niños estaba retirando lazos de color amarillo y tirándolos al suelo y G. que pasaba cerca comenzó a recriminar de malas maneras su acción porque «estaban ensuciando la ciudad».
Lidia contestó a G. por la manera en la que estaba hablando a sus hijos. En ese momento G. comenzó a insultar a Lidia diciendo que «se marchara a su país» y recriminándola que retiraran lazos de color amarillo y ensuciaran la ciudad.
En un momento dado G. «dio un puñetazo en la cara a Lidia». Su marido cogió del cuello a G. para defender a su mujer. La gente que en ese momento estaba en los alrededores comenzó a reclamar la presencia de la policía mientras G. se alejaba del lugar de los hechos. Lidia y su familia comenzaron a perseguir a G.
Entonces llegaron los agentes, que no llegaron a ver la agresión, y Lidia fue trasladada al Hospital del Mar para ser atendida de sus lesiones. Presentaba un fuerte golpe en la cara, estaba inflamada y amoratada y con la nariz aparentemente fracturada.
G., el agresor, tenía arañazos en el cuello y los brazos y los Mossos le aconsejaron «acudir a un centro médico para acreditar sus lesiones». El marido de Lidia y los niños no presentaban ninguna agresión.
Carlos Quílez