Estrella Digital ha tenido acceso a las imágenes de la reconstrucción judicial de los hechos acaecidos la noche del día 1 de mayo del 2017 en el domicilio de la agente de la Guardia Urbana, Rosa Peral, que junto a su ex amante Albert López, permanecen en prisión preventiva como presuntos autores de la muerte del que entonces era el novio de Peral, Pedro Rodríguez.
Estas imágenes inéditas muestran el interrogatorio al que ambos fueron sometidos, por separado, por la juez y el fiscal del caso.
Peral se mantuvo en su inicial versión: Fue Albert López quien, poseído por una ira y unos celos exagerados, irrumpió aquella noche en su domicilio y mató con un hacha a Rodríguez.
López es el que sale peor parado de esta diligencia judicial que se desarrolló 10 días después de la detención de ambos.
Albert López asume que mintió. Tal y como muestran la imágenes que aporta este diario, reconoce, contrariamente a lo que había dicho hasta el momento, que aquella noche salto la valla de la casa (un chalet ajardinado) y que irrumpió en ella por la fuerza. López se desdice también al reconocer que en ningún caso vio el cadáver de Pedro en el maletero del coche que había en el jardín. Ese cambio de versión no pasó desapercibido ni para la juez ni para el fiscal.
Albert miente ante el fiscal
Rosa Peral reiteró durante esta diligencia que López estaba fuera de si, que ella tuvo miedo y que por ello acató las órdenes que su ex amante le dio.
Rosa explica como fregó la casa
La agente de la Guardia Urbana asegura que López la subyugó y que sintió miedo por su hijas de 6 y 4 años que estaban presentes en la casa aquel día.
Rosa se pregunta dónde está Pedro Rodríguez
Albert López acompañó a la juez al pantano de Foix (en Barcelona) donde el día 3 de mayo del año pasado apareciera el cadáver sin vida de Pedro Rodríguez, calcinado en el maletero de su coche. López reconoce que compró la gasolina pero se desvincula del asesinato.
Cuando se quemó el cadáver
La juez ha negado recientemente la libertad para López al que considera autor del crimen, quedando el papel de Rosa Peral como de eventual colaboradora, a pesar de que ella insiste en que no tuvo nada que ver y que si tardo 10 días en denunciar a López fue por un miedo inaguantable respecto a lo que éste podría hacerle a sus hijas.
Carlos Quílez