Tras el choque por el voto delegado de los diputados suspendidos por el Tribunal Supremo, que provocó el bloqueo del Parlament y el aplazamiento del pleno en el que iban a votarse las propuestas de resolución del Debate de Política General, Torra -que ha insistido en su ultimátum al Gobierno- y Aragonès se han reunido para tratar de aplacar la crisis y luego han comparecido juntos.
Finalmente, el pleno se retomará el martes por la tarde y el día antes, el lunes, la Mesa analizará las peticiones de reconsideración de la oposición sobre el mecanismo que pactaron JxCat y ERC a última hora ayer.
Será el momento en el que se constatará si ese acuerdo es suficiente para vencer las reticencias de los letrados de la Cámara y si complace totalmente a JxCat, ERC y al presidente del Parlament, Roger Torrent.
En todo caso, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ya ha avisado de que el Ejecutivo «actuará en consecuencia» y defenderá la legalidad y las instituciones catalanas si el Parlament adopta decisiones «contrarias a la Constitución».
Celaá considera que el independentismo está sufriendo «una crisis importante» y que su «posición numantina» y de «bloqueo» está impidiendo el trabajo del Parlament.
A la espera de lo que suceda el lunes, Torra y Aragonès han dado por válido el pacto alcanzado ayer por JxCat y ERC, pero han querido hacer un ejercicio de autocrítica.
Así, han leído un documento conjunto con el que se han comprometido a «reforzar el acuerdo estratégico de legislatura» de JxCat y ERC, más allá de sus «discrepancias legítimas», tras constatar que sus «mecanismos de coordinación son mejorables», aunque tampoco han ofrecido concreción sobre esas posibles soluciones.
En todo caso, han achacado la discrepancia de ayer a la situación de «excepcionalidad del momento», por la que denominan «represión» del Estado contra el soberanismo, en referencia a los diputados presos.
Torra ha criticado en este punto a «un Estado que, pese al cambio de Gobierno, no quita el pie del pedal de la represión».
Después de su reunión con Aragonès, Torra ha subrayado que «hoy reforzamos este compromiso de unidad», que ha dicho que garantizan «hasta, como mínimo, el día de las sentencias», cuando habrá un «punto de inflexión».
Aragonès ha suscrito que la estabilidad del Govern está «garantizada» y ha coincidido que la sentencia tendrá «un impacto»: «En su momento tendremos que tomar las decisiones que sean necesarias conjuntamente con el Parlament», ha añadido.
El presidente catalán ha insistido en su ultimátum a Sánchez y ha subrayado que ha puesto «fecha de caducidad» a la estabilidad del Gobierno si no ofrece en noviembre una «propuesta» para Cataluña, advertencia que figura en el documento que ha leído junto con Aragonès.
En todo caso, Torra ha puntualizado que «una cosa es la estabilidad parlamentaria -del Gobierno central- y otra es la puerta abierta al diálogo», al que ha aseverado que nunca renunciarán.
Pese al ultimátum, el jefe del Gobierno central mantiene sus planes para presentar el proyecto de ley de presupuestos de 2019.
En este contexto, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, ha expresado la voluntad de «diálogo y colaboración» del Ejecutivo con la Generalitat, pero ha emplazado a Torra a «crear el clima» para que ese diálogo «sea posible».
Por su parte, la diputada de Ciudadanos en el Parlament Lorena Roldán ha acusado a los máximos responsables del Govern de «tomar el pelo» a los catalanes tras el «espectáculo vergonzoso» de ayer.
Paralelamente, el presidente del PPC, Xavier García Albiol, ha anunciado que dejará el acta de diputado en la Cámara catalana y la presidencia del partido en Cataluña con el fin de competir por la alcaldía de Badalona (Barcelona).
Para tomar el relevo de Albiol en la presidencia del PPC se perfila el portavoz parlamentario del PPC, Alejandro Fernández.
Redacción