En un principio, los patinetes eléctricos no están recogidos en la normativa del tráfico, por lo que sus usuarios tienden a circular por la acera porque se consideran peatones. Además, intuyen que la circulación entre los vehículos a motor puede ser peligrosa para su integridad, explica Octavio Ortega, experto de PONS Seguridad Vial. Su estudio preliminar sobre los riesgos de este vehículo arroja las siguientes conclusiones:
«Aunque se habla mucho de las posibles consecuencias que tendría el atropello de un peatón por parte de un patinete, aún no se ha hecho un estudio de las posibles consecuencias debido a la reciente aparición de estos vehículos en nuestras calles.
Para un estudio completo y científico se debería hacer análisis biomecánico que contemplara los diferentes factores que pueden influir en los daños producidos.
Como no está a nuestro alcance, solo podemos hacer una aproximación a lo que podría ocurrir.
En primer lugar tenemos que pensar en la masa (peso) de los dos elementos que colisionan: el patinete y el conductor, sin olvidar la velocidad a la que se produce el accidente.
La energía cinética que lleva el patinete se puede obtener de la fórmula
Ec=1/2 mv2
Es decir que aunque la masa es importante, el factor que más afecta es la velocidad.
En la clasificación que aparece en la Instrucción 16/V-124 de la Dirección General de Tráfico de noviembre de 2016, los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) que podrían tener conflicto con los peatones tendrían una velocidad máxima de entre 20 y 30 km/h.
En la normativa actual, los patinetes tienen que circular por la acera (no distingue entre que tengan motor o no) y en este caso dice que lo harán a la velocidad del paso de una persona. Teniendo en cuenta que la velocidad media de una persona caminando es de unos 5 km/h y la velocidad máxima a la que pueden circular estos vehículos 30 km/h, vamos a ver la diferencia
Ec(paso humano)= m·52= m·25
Ec (v máxima)= m·302= m·900
Es decir, la Energía cinética es 36 veces superior en el caso de que el patinete eléctrico circule a su velocidad máxima que cuando circula a la velocidad de una persona andando.
Es por eso por lo que el sentido común aconseja que los VMP circulen por la calzada o por lo menos separados de los peatones.
Analizando la colisión, hay que considerar que las lesiones se podrían producir tanto en el primer impacto como en la caída al suelo como consecuencia del mismo.
En un primer momento serían dos elementos los que impactarían sobre el peatón atropellado: el propio patinete y el conductor. El patinete podría causar lesiones de poca gravedad en las extremidades inferiores o quizá en el abdomen si el impacto se produce directamente en alguno de los órganos internos. Otras lesiones podrían localizarse en la cabeza de ambas personas al chocar entre sí, que, en principio no deberían revestir mayor importancia.
Con respecto a las lesiones producidas por la caída, ambas personas implicadas en el accidente podrán tener fracturas tanto en miembros superiores como inferiores y contusiones en la cabeza. En este caso, con el fin de disminuir la gravedad de las lesiones, sería muy recomendable el uso del casco por parte del conductor.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los peatones más vulnerables, como personas de avanzada edad y niños, verían agravadas las lesiones producidas.»
Redacción