El nombre de Arturo González Panero ha vuelto a saltar a la palestra después de que se filtraran unos audios de Villarejo en los que el comisario se jactaba de haber contado al exalcalde de Boadilla del Monte datos sobre la operación Gürtel antes de que el caso saliera a la luz. Nada más lejos de la realidad. Según confiesa Panero a Estrella Digital, el policía en prisión jamás le reveló ningún dato de la trama de corrupción. Al contrario, cuando él le contó que Bárcenas le presionaba para adjudicar a empresas afines al PP, Villarejo le ofreció mediar para que quedara con un alto cargo de Génova y le contara lo sucedido. El elegido no fue otro que Bermúdez de Castro.
“Yo me enfrenté a Bárcenas porque me negué a hacer lo que me pedían. Y trasladé lo que pasaba al partido, en concreto a José Antonio Bermúdez de Castro. Fui a hablar con él en 2009, cuando ya había estallado Gürtel porque Villarejo me ofreció quedar con él y me aconsejó que le contara todo lo que sabía. Él me organizó la cita y yo le dije a Bermúdez de Castro lo mismo que le conté en su día a Juanma Moreno, que Bárcenas me presionaba para adjudicar contratos a empresas afines al PP”, relata Panero.
Además, de a Hispánica, Bárcenas presionó a Panero para que adjudicara a Brues y Fernández, dependientes del Grupo Bruesa. «Querían que le diera a Hispánica un contrato de mantenimiento de calles y a la segunda las obras de la Ciudad del Deporte y la Salud”, detalló también Panero a Bermúdez de Castro. No solo eso. La prensa había puesto en la picota al exalcalde, acusándole de ser uno de los principales cabecillas de Gürtel. «Yo expliqué a Bermúdez lo que pasaba dentro del partido. Le conté que, pese a las presiones, yo siempre había dejado claro que yo adjudicaba a la empresa señalada por los informes técnicos. Le dejé claro que yo no había hecho nada irregular», continúa.
Tal fue la precisión de las explicaciones de Panero que la respuesta de Bermúdez fue contundente: «Realmente tenemos un problema en el PP». De algo sirvieron las palabras del exalcalde porque a raíz de esa conversación los sobresueldos en sobres a miembros del PP dejaron de ser la norma. Es más, el propio Bermúdez continuó en contacto con Panero y se intercambiaron mensajes de WhatsApp, en los que este último se quejaba «de la persecución» que sufrió «cuando llegó Terol, a pesar de que sabía que los contratos siempre se habían dado a quienes decían los informes técnicos». «Me criticaba solo por su interés personal», desvela.
La investigación judicial continuó y Panero, pese a que él siempre ha asegurado que jamás aceptó las pretensiones de Bárcenas, acabó imputado en el marco de Gürtel y rompiendo toda la relación con el partido, que no solo no le había escuchado, sino que le utilizó como cabeza de turco para salvar a los próximos a Génova.
Villarejo, por su parte, no desaprovechó la oportunidad para seguir jugando a agente doble. A la vez que gestionaba la entrevista entre Panero y Bermúdez de Castro, informaba a Cospedal de lo que el alcalde le iba contando. “Me dice Panero: El Bárcenas me tiene hasta los huevos, me llama, me amenaza, me tal”, explica Villarejo en unos audios difundidos por el portal Moncloa.com.
Curiosamente, Villarejo no le aconsejó jamás, según confiesa Panero, denunciar unos hechos que podrían ser delictivos ante la Policía, de la que él mismo formaba parte, sino que simplemente se ofreció para hacer de mediador entre el alcalde y el partido. Una actitud muy extraña para una autoridad pública de la que, sin embargo, Panero no sospechó. “Me aconsejó como puede aconsejar un amigo o un conocido. Jamás me pidió dinero por sus gestiones”, afirma con rotundidad Arturo González.
Estrella Digital se ha puesto en contacto con Bermúdez de Castro. El político ha negado tajantemente que se produjera ningún tipo de reunión con Panero y, menos todavía, que le desvelase cualquier tipo de irregularidad en el seno del partido. Además, ha querido remarcar que él no conoce de nada al señor Villarejo. “Es absolutamente falso”, ha zanjado.
Redacción