Ni en el peor de los escenarios el PSOE había contemplado los resultados de las elecciones andaluzas, y había situado su suelo en unos 40 diputados, siete menos que en 2015.
Sin embargo, la baja participación y el vuelco político de la derecha han hecho que el PSOE de Susana Díaz haya perdido 14 diputados, el peor resultado de la historia de este partido.
Díaz ha ganado las elecciones, pero es una victoria amarga, más amarga que cuando perdió en mayo de 2017 las primarias del PSOE frente al actual secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La aritmética de estos comicios, el triunfo electoral de los partidos de la derecha frente a los de izquierda, supone un vuelco electoral en Andalucía, donde el PSOE ha estado gobernando en solitario o pactando con partidos como el PA, IU o Ciudadanos durante 37 años consecutivos.
El sorpaso de la derecha implica también que es posible que Díaz no pueda formar gobierno y se convierta en la primera presidenta socialista que pierde el poder en la Junta de Andalucía.
El PSOE-A, con 33 diputados, ha ganado en todas provincias, salvo en Almería, donde lo hizo el PP. Los socialistas han perdido dos escaños en todas las provincias menos en Granada y Córdoba, en las que bajo un escaño en cada una.
Son las segundas elecciones autonómicas a las que concurre la secretaria general de los socialistas andaluces, que asumió la Presidencia de la Junta en el año 2013 tras la dimisión de José Antonio Griñán, «presionado» -dijo- por el caso de los ERE.
En 2015, la socialista adelantó las elecciones alegando la falta de estabilidad porque su socio de Gobierno (IU) pretendía realizar una consulta a las bases para decidir sobre la continuidad del acuerdo.
Díaz consiguió igualar los resultados de Griñan al obtener 47 diputados, con los que ha gobernado durante esta legislatura gracias a un acuerdo de investidura y presupuestarios con Ciudadanos (9 escaños) hasta la convocatoria adelantada de estos comicios.
Las razones de la ruptura con Cs se repitieron, las basó de nuevo en la falta de estabilidad y en la estrategia nacional de este partido, en concreto de Albert Rivera.
Ahora, el PSOE ha obtenido los resultados más bajos de su historia con un adelanto electoral que lo pueden situar por primera vez como el primer partido de la oposición en el Parlamento de Andalucía.
Francisco J. Utrero