TMB ha informado hoy de que el número de trabajadores del metro de Barcelona que tienen alguna afectación de salud posiblemente relacionada con la exposición al amianto se ha elevado a doce, aunque ninguno es grave ni requiere tratamiento médico.
Tras haber revisado médicamente a casi 600 trabajadores, ninguno de los doce casos (9 son engrosamientos pleurales, 2 de placas pleurales no calcificadas y 1 de placa pleural calcificada), presenta patología grave ni sintomatología clínica y tampoco han requerido tratamiento médico, únicamente control periódico dentro del programa general de vigilancia de la salud.
Aunque TMB, ha abierto el programa de vigilancia de salud a todos los trabajadores que voluntariamente quieran acceder a él, el sindicato ha pedido que se haga extensivo a toda la plantilla y también ha requerido a la compañía «transparencia y celeridad en la retirada de materiales con fibras de amianto, tanto en los trenes como en las infraestructuras».
Pese a que no se trata de casos graves, la sección sindical de UGT en el Metro ha lamentado «que finalmente se haya probado que trabajadores de Metro han sido afectados por el amianto de alguna forma, lo que prueba la gravedad de la situación a la que TMB pretendía restar importancia desde un primer momento».
«Hace tiempo que advertimos de la gravedad de la situación y de la necesidad de establecer y ampliar medidas para abordar la situación, más cuando se prevé que la cifra de personas afectadas aumente en los próximos meses , una vez se vayan completando las revisiones médicas planificadas», ha advertido UGT en un comunicado.
Redacción