BEl responsable del operativo, Angel García, que es el delegado del Colegio de Ingenieros de Málaga, ha explicado hoy a los periodistas que espera lograr el objetivo en ese plazo, aunque ha recordado que cuando se concluya el túnel vertical, el equipo de rescate minero que se ha desplazado desde Asturias deberá hacer una galería horizontal que conecte con el pozo, para lo que ya se preparan otros equipos.
Ha indicado que el plazo inicialmente previsto «se aleja un poco» tras hallarse un estrato rocoso de pizarra en las excavaciones previas a la ejecución de la perforación vertical -que centra sus esfuerzos- y que ello «ralentiza» los movimientos de tierra.
En este sentido, ha precisado que se aplican otras técnicas más lentas y que espera que la veta hallada tenga escaso espesor.
Pese a todo, mantienen la intención de empezar ese túnel esta misma tarde, ya que el desmonte necesario ha alcanzado ya los 19 metros de profundidad del total de 25 previstos.
En condiciones «muy favorables», la ejecución del túnel vertical puede conllevar entre 12 y 15 horas según el tipo de terreno; aunque advierte de que es probable que se tope con roca, lo que ralentizaría y habría que cambiar las cabezas de perforación.
La nueva perforadora -llegada desde unas obras en la carretera M-40 de Madrid, tiene más longitud y permite que no se tenga que rebajar la montaña 30 metros, como inicialmente se había planteado.
Paralelamente, se seguirá con la succión de material sólido en el pozo y no dejarán de trabajar para tener todo preparado al objeto de acometer un túnel horizontal si fuese necesario, aunque sería una opción más lenta.
Un geolocalizador ha permitido determinar que el pozo donde cayó Julen tiene una desviación entre la boca y el fondo, lo que sirve para afinar los cálculos respecto de las actuaciones a acometer.
Doce máquinas como retroexcavadoras trabajan en la zona, entre las que están las de mayor potencia del mercado y más «no caben, estorban», según García.
Ante la posibilidad que se produzcan lluvias en la zona, ha señalado que no se puede tapar la excavación y son imposibles otras medidas que no sean hacer un drenaje para que haya una rápida salida del agua.
Ha destacado que todos los trabajos tienen «la misma prioridad», aunque unos avanzan más rápido que otros y que «es como si Julen fuera el hijo de todos, nosotros vamos a por él».
Redacción