Después de reunirse con la alcaldesa, Manuela Carmena, el presidente de la Federación Profesional del Taxi, Julio Sanz, ha afirmado que el borrador de la propuesta «no se parece en nada» a las peticiones del colectivo de taxistas.
Según el borrador, de nueve páginas, el usuario de un VTC debe encontrarse a una distancia mínima de 300 metros del vehículo para poder contratarlo, lo que, a juicio de los taxistas, es «una anécdota o una burla».
No obstante, Sanz ha dicho que el texto merece «estudio y reflexión» y que la propuesta «no debe ser el fin», ya que es necesario «seguir trabajando y explorando diferentes opciones».
De momento, los más de mil taxistas que siguen apostados frente al recinto ferial de Madrid (Ifema) han mostrado un claro rechazo a la propuesta.
Según ha indicado a los concentrados el portavoz de la Plataforma Caracol, Saúl Crespo, la propuesta supone «reirse» de los taxistas «en su cara».
Tras la reunión de Carmena con los taxistas, la concejal madrileña de Movilidad, Inés Sabanés, ha destacado que el documento tiene el objetivo fundamental de «desbloquear» una situación en la que «había líneas rojas y no se avanzaba».
Sabanés ha expresado la voluntad de seguir trabajando y de recibir las valoraciones, aportaciones y alternativas que ofrezca el sector del taxi.
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, y la alcaldesa Carmena habían anunciado esta mañana un preacuerdo entre ambas administraciones para regular los VTC mediante una «distancia mínima» en la contratación.
En una comparecencia conjunta al finalizar el acto del Día de Madrid en Fitur, ambos han explicado que se ha optado por fijar una distancia y no un tiempo de precontratación, como hará Cataluña, por los problemas legales que implicaría esa alternativa, que podrían suponer «sanciones millonarias».
El presidente de Unauto VTC, Eduardo Martín, ha exigido a los taxistas que desconvoquen la huelga y «desbloqueen» los accesos a los recintos feriales.
Tras reunirse con la consejera madrileña de Transportes, Rosalía Gonzalo, Martín ha pedido a los taxistas que sean «más razonables» y que no traten de negociar mediante «coacciones» y «amenazas», «secuestrando la ciudad e impidiendo la movilidad de todos los ciudadanos».
La quinta jornada de huelga ha transcurrido con calma junto a los recintos feriales, punto central de las protestas, y con atascos en el centro de la ciudad, provocados por una marcha lenta de los taxistas.
Una caravana ha salido a primera hora de la mañana del cementerio de la Almudena y ha atravesado las calles de Alcalá, Goya y Génova, pasando por delante de las sedes de Ciudadanos y del PP.
Además, ocho taxistas (siete hombres y una mujer) han comenzado una huelga de hambre.
En Barcelona, los trabajadores de VTC se han manifestado por el centro de la ciudad, sin interrumpir el tráfico, para pedir diálogo tanto al Ayuntamiento como a la Generalitat.
Posteriormente, se han reunido con responsables del Gobierno catalán a quienes han trasladado su rechazo a la norma que ha elaborado para regular los VTC, que se firmará el próximo martes.
Los representantes de ese colectivo han pedido una reunión con el presidente de la Generalitat, Quim Torra.
El presidente de la patronal Unauto en Cataluña, Josep María Goñi, ha dicho no entender que «se expulse de Barcelona», una ciudad de referencia para la telefonía móvil, «a las dos aplicaciones más importantes del mundo del transporte público de personas», Uber y Cabify.
Redacción