Así lo ha desvelado el comisario de la policía catalana Emili Quevedo, que entonces era jefe de la comisaría general de Planificación y Seguridad de los Mossos, en su testifical este lunes en el juicio a la cúpula del «procés» en el Tribunal Supremo.
Quevedo ha indicado que los Mossos activaron un helicóptero cuando tuvieron conocimiento de que podía haber armas en los vehículos de la Guardia Civil, que acabaron destrozados, por lo que estuvieron controlando en todo momento los coches y su entorno.
Gracias a la visión que les proporcionaba el helicóptero, el centro de mando ordenó alrededor de las dos de la mañana que intervinieran de forma rápida y contundente las unidades antidisturbios porque había algunos individuos sacando objetos de los vehículos donde había las armas, que luego se supo que eran escopetas para lanzar pelotas de goma.
A preguntas del abogado Xavier Melero, que defiende al exconseller de Interior Joaquim Forn, el testigo ha detallado que a las dos de la madrugada, cuando la ANC ya había dado por desconvocada la protesta, las personas que quedaban frente a la consellería de Interior tenía una actitud «bastante distinta» a la que habían mantenido «en general» los concentrados durante el día.
Según el mando policial, ahora ya en segunda actividad, lo que ocurrió el 20S «no es muy distinto» a lo que ocurre en otras concentraciones, en las que «a medida que pasan las horas, el personal que suele quedar al final normalmente suele ser más conflictivo».
Redacción