Esta conclusión proviene del análisis de las conversaciones en las emisoras de los Mossos durante la jornada del 1 de octubre, que un comandante ha desvelado este miércoles en el juicio del «procés» y cuyo resultado ha calificado de «sorprendente».
El comandante ha explicado que comprobaron que existía «una orden que tenía prioridad sobre cualquier otra» que eran informar y controlar sobre los movimientos y la dirección que tomaban los efectivos de las fuerzas y cuerpo de seguridad del Estado.
Según ha dicho, «esas órdenes tuvieron que ser dadas verbalmente» desde la sala regional, «que al final no deja de ser la voz del mando», y en ellas se hacía especial hincapié por vigilar los centros con mayor presencia de policías y guardias civiles.
Una circunstancia que el mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero justificó no como una vigilancia o seguimiento, sino como una labor de información para incluir en las actas que al final del día debían recoger lo sucedido en cada uno de los colegios.
Sin embargo, se llegaron a dar casos, ha dicho el comandante, «en los que se siguió a convoyes nuestros para ver dónde íbamos, a pasar placas de matrículas de vehículos camuflados para comprobar si era un vehículo de la Policía o de Mossos e, incluso, se decía por la emisora en algún caso que se mandaran fotos sobre los mismos».
Además, la orden instaba también a los binomios de mossos en los colegios a que se apartaran de los centros de votación en caso de ver acercarse a los antidisturbios de las Fuerzas de Seguridad para que «en ningún momento se vieran imágenes» de ellos junto a la Policía Nacional y la Guardia Civil que diera a entender que los policías autonómicos estaban participando en esa acción.
El comandante ha hablado de la existencia de una concertación previa entre los Mossos y los responsables de los centros, que habían sido informados previamente por la policía autonómica de cuál era su estrategia en el caso de que vinieran a actuar las Fuerzas de Seguridad. «Lo decían hasta por la propia emisora», ha dicho.
Como ejemplo, un agente de esos binomios afirmó por radio que los responsables de un colegio le habían comentado que la estrategia era hacer un pasillo a los policías y guardias civiles para que llegaran hasta la urna, pero que se encontraría atornillada; y que en otro iban a colocar a niños y a ancianos en primera línea cuando llegaran las Fuerzas de Seguridad para formar murallas humanas.
El comandante ha asegurado que el exconseller Joaquim Forn no envió correos electrónicos dando instrucciones a los Mossos sobre cómo actuar, aunque del análisis de los mismos respecto al principio de actuación «se denotaba una unidad de acción entre los responsables políticos del cuerpo y el mayor de los Mossos».
Redacción