Juan Carlos Monedero sostiene en una entrevista con EFE que el partido debe afrontar esa tarea tras las elecciones porque, incluso de gobernar con el PSOE, tiene que dejar «a una parte de los mejores para reinventar el partido».
Monedero admite que en un futuro sí se imagina Podemos sin el liderazgo de Pablo Iglesias, candidato a las elecciones generales.
Y entiende la renuncia a su candidatura del ‘errejonista’ Pablo Bustinduy: «Siempre ha sido un puente. Yo creo que a él le golpeó la salida de Errejón, no le pareció la mejor de las formas, pero es una persona que tiene sus amistades divididas. Entiendo que le resulte ingrato hacer una campaña electoral con parte de su gente amiga en el partido de Errejón. En esa tesitura no se siente con fuerzas».
Sin embargo, considera que esa marcha ha permitido la entrada de la jurista y profesora María Eugenia Rodríguez Palop, extremeña, feminista, con «un currículum profesional enorme y que viene de la sociedad civil».
Ella y la jueza Victoria Rosell son «personas de un reconocido prestigio en sus áreas» que además están alejadas del núcleo inicial de Podemos.
En su opinión, la formación morada debe hacer un balance de sus aciertos y sus errores en una tercera asamblea ciudadana, ahora ya sin «lastres».
«Hay que pensar que durante muchos años el número dos estaba debilitando al número uno», se queja Monedero, que cree que, con la marcha de Iñigo Errejón a Más Madrid, una parte de esa energía que se perdía en el debate interno se va a poner en la construcción de Podemos.
«Después vamos a tener que confluir», admite el fundador de Podemos.
No ve viable Juan Carlos Monedero que Errejón regrese a Podemos, donde sigue constando como dirigente, porque «ha incumplido los estatutos» y al montarse otro partido se ha autoexcluido.
Pese a las encuestas que le sitúan mayoritariamente en cuarta posición, el ideólogo del partido de Pablo Iglesias considera que la formación debe aspirar a recuperar los seis millones de votos que lograron IU y Podemos cuando concurrieron por separado a las generales de diciembre de 2015, de los cuales un millón se perdieron en la convocatoria de junio de 2016.
«Estoy convencido de que se perdieron por una mala campaña electoral que fue responsabilidad de dos personas que hoy están fuera de Podemos, como son Iñigo Errejón y Carolina Bescansa», remarca Monedero, que pide en esta convocatoria no dejar de lado a «la gente que sigue indignada por una situación política intolerable».
«La situación es de un profundo enfado de la ciudadanía y la pregunta es: ¿Quién representa ese enfado? Esa es la tarea pendiente de Unidos Podemos», sostiene Monedero.
Al margen del número de votos alcanzados, en su opinión no habrá fracaso electoral «si las fuerzas progresistas suman para hacer un gobierno alternativo a la mentira del ‘tridente de Colón’ o a la mentira maquillada de un gobierno de Sánchez y Rivera», dice en referencia a los posibles pactos del PP con Cs y Vox o del PSOE y Cs.
Juan Carlos Monedero defiende que nunca ha salido de la primera fila de Podemos, aunque ya no ostente un puesto orgánico desde su dimisión como ‘número tres’ de la formación en abril de 2015. Y dice que siempre fue reticente a asumir cargos.
Se siente sin embargo «halagado» y «abrumado» por el cariño de militantes y simpatizantes que le piden por la calle o en actos que se presente a la Alcaldía de Madrid, una idea que, según dice, no está en su agenda.
A Manuela Carmena, que hace cuatro años fue a las elecciones con el apoyo de Podemos, le reclama «un poco de agradecimiento» a quienes apostaron por ella.
«A mí me gustaría que Manuela, que siempre nos ha emocionado por su generosidad, nos diese una lección en esa dirección», explica Monedero, quien desearía una «reflexión plural» que permitiese a Podemos no quedarse fuera de las elecciones en la capital.
Lourdes Velasco