Gogorza se encontraba preso en la cárcel de Basauri (Bizkaia), donde era atendido de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) con ideas suicidas, motivo por el que sus representantes legales llevan solicitando su excarcelación desde hace años.
Finalmente, el recluso ha salido de la prisión y tendrá que cumplir el resto de la condena en su domicilio de la localidad guipuzcoana de Errenteria, sometido a una serie de medidas de control.
En octubre de 2015 el Parlamento Vasco, con los votos a favor de EH Bildu y el PNV, solicitó la excarcelación de Gogorza debido a la enfermedad mental «grave e incurable» que padece.
Gogorza lleva 20 años en prisión, ya que fue detenido en 1999 en un control de carreteras cerca de Mont de Marsan (Francia).
Tras cumplir una pena en Francia, Gogorza fue juzgado y condenado a 20 años de prisión por la Audiencia Nacional en junio de 2005 por el intento de asesinato del funcionario de la prisión de Martutene Juan José Baeza, quien resultó gravemente herido de un disparo en el cuello.
Sare ha valorado la excarcelación de Gogorza, que ha atribuido a la presión ejercida «tanto por la ciudadanía como por las instituciones y asociaciones» de Errenteria.
Este colectivo recuerda que quedan 20 presos de ETA gravemente enfermos, que «tienen derecho a que su enfermedad sea tratada en condiciones dignas, antes de que sea demasiado tarde».
Por su parte, el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga ha opinado que la decisión adoptada por el juez de vigilancia penitenciaria, a propuesta de la junta de tratamiento de la prisión de Basauri, constituye «una salida digna y razonable para los presos que padecen graves enfermedades, ya que hace posible que reciban el tratamiento médico que necesitan».
Arzuaga ha abogado por extender este criterio al resto de reclusos gravemente enfermos, al tiempo que ha recordado que el Parlamento Vasco así lo exigió en 2015, en una declaración sobre el caso concreto de Gogorza, y en otras resoluciones similares.
AM