Lo ha anunciado este sábado Santiago Serrano, quien junto con otros bomberos vallisoletanos, Alfonso Mata y Eduardo García, estuvieron en la isla de Lesbos con Pablo Cano, quien falleció hace una semana a los 34 años a causa de una enfermedad.
Su compañero Santiago Serrano, con el que compartió tareas de rescate en el Mediterráneo, ha afirmado que Cano ofreció una ejemplo de «generosidad y solidaridad» al trasladarse como voluntario a la isla griega encuadrado en la ONG G-fire Bomberos para ayudar a los refugiados sirios que huían de la guerra.
También se ha referido al recuerdo que impregnó entre sus compañeros del parque de Medina de Rioseco, dependiente de la Diputación de Valladolid, al que perteneció, y su afición al deporte, especialmente del atletismo.
Pablo Cano, que al morir dejó una hija de corta edad, integró el primer equipo de bomberos voluntarios de G-fire Bomberos, y permaneció en la isla griega de Lesbos desde los últimos días de febrero de 2018 hasta mediados de marzo.
AM