Cristina Galán, miembro del comité de huelga del Sindicato Autónomo de Trabajadores de Empresas de Seguridad de Madrid (ATES), ha explicado a Efe que ya el pasado Jueves Santo, fecha de inicio de las vacaciones, en el aeropuerto madrileño hubo grandes esperas y aglomeraciones en los controles de seguridad, pese a que se cambió a personas de puestos y se derivó a viajeros al ‘fast track’ o control rápido de pasajeros de los filtros vip, que gestiona otra empresa.
Los trabajadores convocados a la huelga trabajan en el control de seguridad convencional y pertenecen a la empresa Ilunion, mientras que los del control rápido son de la empresa Segurisa.
Galán ha indicado que, además, a trabajadores que están en los puestos para hacer la prueba de explosivos se les derivó a los arcos de seguridad y a los escáneres, lo que supone que muchas de esas pruebas se queden sin hacer, y ha criticado que se haya primado la celeridad del pasaje a la seguridad de las aeronaves.
La representante del sindicato ATES ha explicado que han trasladado estas cuestiones a la Inspección de Trabajo.
Sin embargo, fuentes del gestor aeroportuario Aena han explicado a EFE que no se están registrando incidencias por la huelga y que las esperas están siendo las normales en una época de alto tráfico como es la Semana Santa, al igual que los tiempos de paso en las zonas de los filtros de seguridad.
Además, la huelga que estaba prevista para este domingo del personal de asistencia en tierra (‘handling’) fue desconvocada este viernes por los sindicatos USO y UGT.
Para este domingo, fecha de regreso de las vacaciones de Semana Santa, Aena prevé 1.163 operaciones, entre despegues y aterrizajes, en el aeropuerto Madrid-Barajas, y que pasen por sus instalaciones 214.542 pasajeros.
La huelga de los vigilantes encargados de los filtros de seguridad en el aeropuerto madrileño comenzó el pasado 12 de abril y tiene carácter indefinido hasta que la empresa presente una propuesta.
El sindicato ATES reivindica el pago de los pluses de aeropuertos, radioscopia y variables a toda la plantilla, así como la modificación de todos los contratos de obra y servicio a indefinidos, y que se ponga fin a las condiciones «lamentables» en que desarrollan su trabajo, ha dicho Cristina Galán.
Galán ha denunciado que se incumplen los descansos y los relevos a los que tienen derecho, lo que provoca ansiedad y fatiga a los trabajadores, circunstancias que merman su capacidad para desarrollar su labor, que ha recordado que es fundamental para la seguridad de las aeronaves.
Los trabajadores convocados a la huelga son sólo los alrededor de 700 vigilantes de Ilunion que trabajan en los controles de seguridad del aeropuerto Madrid-Barajas, aunque la empresa cuenta, además, con unos 400 auxiliares encargados de informar a los pasajeros y proporcionar las bandejas para objetos a la entrada de los controles.
Los servicios mínimos para la huelga están fijados en el 90 %, con lo que sólo el 10 % de los trabajadores puede ejercer su derecho a la huelga, que, según Galán, en los días que no ha coincidido con la fecha de salida de las vacaciones ha tenido incidencia en horas puntuales, coincidiendo con la mayor programación de vuelos. EFE
Redacción