Ante la falta de terrenos suficientes para emplazar un sistema de esta magnitud, se aprovechó una balsa de regulación del Canal de Lobón, junto a la Sierra de Arroyo de San Serván, para colocar sobre ella la instalación energética flotante, explica en una entrevista el secretario de comunicación de la comunidad de regantes, Javier Nieto.
Se trata de la primera planta fotovoltaica de este tipo en la región y, por su envergadura, una de las más significativas del país. Hasta el momento se han instalado 1.512 placas que ocupan una superficie de 6.000 metros cuadrados de las cuatro hectáreas que mide la balsa, una cantidad importante que, además, pretende duplicarse.
El emplazamiento de las placas no supone ningún impacto en la calidad del agua, «en principio todo lo contrario, ya que evita su evaporación en las zonas de superficie cubierta por los flotadores y la proliferación de algas, tampoco se pretende tapar toda la balsa», destaca Nieto.
Este proyecto «innovador» permitirá producir parte de la electricidad necesaria para regar los cultivos y reducir el coste energético de los regantes, cuya factura eléctrica se dispara durante los meses fuertes de campaña llegando a alcanzar los 200.000 euros.
«El componente energético es lo que más coste supone para la zona de riego presurizado en la Comunidad de Regantes» ha dicho Nieto, aparte de ser un método de obtención de energía limpia que disminuye las emisiones nocivas.
El proyecto consiste en una instalación de bombeo solar en la estación elevadora Arroyo-Calamonte a través de un sistema fotovoltaico con módulos flotantes en los que las placas están ensambladas sobre flotadores, unidos a su vez, mediante un cableado que atenúa los movimientos del agua.
Además, consta de unas pasarelas que permiten las labores de mantenimiento y limpieza necesarias.
El objetivo de la instalación es reducir los costes operativos de la explotación de la estación elevadora mediante el aprovechamiento de la energía solar limitando así el consumo eléctrico de la red y reduciendo las emisiones de carbono generadas por la actividad.
El plan ha supuesto una inversión de 744.695 euros, de los que cerca de 600.000 han sido subvencionados por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) y la Junta de Extremadura bajo el marco de ayudas a la eficencia energética.
Se prevé que la primera fase de la instalación esté terminada este mes e incluso se pueda poner en marcha durante la actual campaña que ha comenzado «pronto», en marzo, y finalizará en octubre. Con ella se podrá poner en funcionamiento al menos un motor que abastezca 5.000 hectáreas de riego presurizado, que beneficiará en torno a 1.200 regantes de Arroyo y Calamonte.
Y está previsto aumentar la superficie de paneles hasta los 12.000 metros cuadrados en una segunda fase bajo la nueva convocatoria de ayudas a la eficiencia energética aprobada por la Junta hace unas semanas y con la que se pretende paliar los gastos de inicio y fin de campaña.
El proyecto y la dirección de obra corre a cargo de TXT Ingeniería S.L, mientras que el grupo encargado de la ejecución es Ciansolar.
Laura Carroza