El director de TV3, Vicent Sanchis, ha sido el encargado de moderar el debate a seis, en el que han participado Jaume Asens (En Comú Podem), Gabriel Rufián (ERC), Laura Borràs (JxCat), Meritxell Batet (PSC), Cayetana Álvarez de Toledo (PP) e Inés Arrimadas (Cs).
En el terreno de los símbolos, Álvarez de Toledo ha lucido un llamativo jersey amarillo, del mismo color que el vestido de Borràs, complementado con una mariposa también amarilla en la solapa.
En el arranque, Borràs, Asens y Rufián han tildado de «anomalía democrática» que Jordi Sánchez y Oriol Junqueras, cabezas de lista de JxCat y de ERC en estas elecciones, no pudieran estar presentes en el debate al encontrarse en prisión preventiva.
El primero de los tres bloques -sobre el conflicto político catalán- ha sido el más crispado, con constantes interrupciones y dardos cruzados entre los candidatos, que han mantenido múltiples duelos a la vez, una tensión que apenas se ha atenuado en las más de dos horas y media de programa.
PP Y CS, CONTRA SANCHIS
El debate se ha iniciado con un reproche directo de Arrimadas y Álvarez de Toledo a Sanchis, a quien han pedido la dimisión como director de TV3.
Álvarez de Toledo ha denunciado la «anomalía» que vive Cataluña con el proceso soberanista y, dirigiéndose a Sanchis, ha añadido: «Un ejemplo de esa anomalía es usted», por dirigir TV3 pese a haber sido «procesado por desobediencia» por el 1-O.
Arrimadas ha ido incluso más allá y ha entregado a Sanchis -a quien ha definido como «conseller de propaganda»- una «carta de dimisión» ya redactada, en la que se recuerda que fue «reprobado» por el Parlament y se señala que ha sido «procesado por haber puesto la televisión pública al servicio del golpe de Estado separatista».
Sanchis ha rehusado replicar: «Yo no me presento, yo no voy en ninguna lista y no voy a contestar, yo no estoy debatiendo con ustedes», ha afirmado el director de TV3, que al finalizar el debate se ha despedido destacando la «profesionalidad» de los trabajadores de TV3 y Catalunya Ràdio.
DUELO ENTRE CONSTITUCIONALISTAS
Álvarez de Toledo y Arrimadas han coincidido también en instar a Batet a aclarar si Pedro Sánchez piensa indultar a los líderes soberanistas encausados -«Aquí huele a indulto», ha dicho la candidata de Cs- y han acusado a los socialistas de apoyarse en los independentistas para llegar al Gobierno con una moción de censura.
Batet les ha reprochado que traten de interferir en la justicia y ha añadido: «La única propuesta que tienen sobre la mesa es de conflicto, para continuar en la crispación y la confrontación. No hay una propuesta de resolución. Y creo que lecciones en materia de defensa del Estado el socialismo no puede recibir ni una».
LAZOS, ‘WESTERNS’ Y 1-O
Los símbolos también han sido motivo de confrontación dialéctica; Arrimadas ha mostrado a Batet un lazo amarillo que «ha quitado una persona del parque infantil al que lleva a sus hijas» y le ha preguntado: «¿Van a mantener que quitar los lazos amarillos crean crispación?».
«Ojalá le molestara un símbolo fascista lo que le molesta un lazo amarillo», le ha espetado Rufián, que en otro momento se ha enzarzado con Álvarez de Toledo después de que esta le reprochara que a los constitucionalistas les «pegan» y mencionara el intento de boicot que sufrió recientemente en la UAB.
Como réplica, Rufián ha mostrado una foto de una carga policial sobre votantes durante el 1-O. «Bravo la Guardia Civil», ha replicado Álvarez de Toledo, que ha denunciado que algunas personas usaron ese día a «niños de dos años» como «escudos humanos».
Laura Borràs ha reprochado a la candidata del PP que tildase constantemente a los independentistas de «totalitarios» y calificase de «prófugo» y de «foragido» a Carles Puigdemont. «No sé si estoy en un western», ha ironizado.
Tanto Álvarez de Toledo como Arrimadas han insistido en tildar el 1-O y la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017 de «golpe de Estado», y ello también ha dado lugar a reproches por parte de las formaciones independentistas.
BATALLA EN LA IZQUIERDA
Los duelos del debate también se han producido entre los candidatos de la izquierda, por ejemplo cuando Rufián ha cuestionado que la visión plurinacional de Pablo Iglesias sea firme, a lo que Asens ha respondido visiblemente molesto, recordando que el líder de Podemos defiende el derecho a decidir de Cataluña vaya donde vaya.
«Te puedo asegurar que a puerta cerrada no dice lo mismo que en los mítines», ha replicado Rufián a Asens, que a su vez ha echado en cara a ERC que parezca que le incomode que «haya una alternativa» al PP y PSOE en España.
En el bloque de las políticas sociales, Batet, Asens y Rufián han polemizado por la imposibilidad de llegar a acuerdos sobre los presupuestos estatales, catalanes y de Barcelona.
‘PACTOS DE NO AGRESIÓN’
En medio del cruce de acusaciones por el ‘procés’, los presos, TV3 y las cuestiones económicas, ha habido ‘pactos de no agresión’ implícitos: Rufián y Borràs han evitado enfrentarse, y tampoco Arrimadas y Álvarez de Toledo han buscado el cuerpo a cuerpo.
En cambio, Batet ha sido en numerosos momentos el blanco de los ataques de los otros cinco candidatos presentes en el debate, que ha concluido con el habitual «minuto de oro», momento que Álvarez de Toledo ha aprovechado para reivindicar el discurso de Felipe VI del 3 de octubre de 2017; ha dicho que lo utilizaba porque «el nacionalismo quiere expulsar las palabras del Rey de Cataluña».
Redacción