Casado ha iniciado la jornada abriendo la puerta a la entrada de Vox en un hipotético gobierno presidido por él, si consigue suficientes escaños el 28 de abril. Después ha dedicado su penúltimo mitin, en Valencia, a pedir a los posibles votantes de este partido y de Ciudadanos que le den su apoyo, en una apelación al voto útil, que el prefiere llamar «unido».
El líder del PP ha ido a Valencia a arropar a Isabel Bonig, la candidata a la Generalitat, quien se ve ya como la primera mujer que alcanzará la Presidencia valenciana.
Para el mitin de cierre en Madrid, ha reunido a unas 10.000 personas, el acto más multitudinario de la campaña y también el más largo. El WiZink Center ha abierto las puerta a las seis y media de la tarde aunque los discursos no han empezado hasta las ocho y media y se han prolongado hasta después de las diez.
EL DETALLE: En Valencia, Bonig se ha emocionado hasta las lágrimas al recordar los momentos «muy duros, muy complicados, y muy difíciles» que ha pasado el PP de la Comunitat valenciana en los últimos cuatro años. El público se ha puesto en pie para aplaudirle mientras ella aseguraba, con tono exaltado, que jamás se rindieron y se levantaron y levantarán «una y mil veces».
De las lágrimas pasó minutos después a la risa cuando aprovechó el paso de una avioneta con publicidad electoral del PP para asegurar que «el futuro llega por el cielo: ¡vota PP!» y bromear con que no se trataba de un avión Falcon ni lo pilotaba Sánchez, porque «si no, cuerpo a tierra», ha advertido.
LA FRASE: «No nos pisemos la manguera. No vamos a renunciar a nuestros principios, ni valores, ni programa, pero necesitamos unir el voto y luego ya hablaremos con el resto de partidos».
LA AGENDA: Tras completar lo que denomina su «quinta vuelta a España», con más de 150.000 kilómetros recorridos por todas las comunidades autónomas, Casado dedicará mañana la jornada de reflexión a descansar con la familia en su casa de Navas del Marqués, en Ávila, la provincia por que ha sido diputado estos últimos años.
Redacción