“En el informe UCBTI-307/2017 se estudian once (11) balas disparadas, veintisiete (27) vainas percutidas del calibre 9 x19 mm Luger (9mm Parabellum) y un (1) cartucho del calibre 9 x 19 mm Luger (9mm Parabellum).
Estos elementos fueron recogidos durante la Inspección Ocular Técnico Policial UTPCMS-0357/2017 realizada el 21 de agosto de 2017 en Subirats (Barcelona) y durante la autopsia del cadáver de Younes ABOUYAAQOUB”.
Así se expresan los expertos de balística de los Mossos d´Esquadra en un informe (UCBTI-307/2017) relacionado con la IOTP UTPCMS-0357/2017 en la localidad de Subirats (Barcelona) en fecha 21 de agosto de 2017 remitido al juez central de instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu. El magistrado les había reclamado un estudio detallado de lo acontecido durante la neutralización del terrorista Younes Abouyaaqoub, el conductor de la furgoneta que el día 17 de agosto del año pasado arrasó Las Ramblas de Barcelona.
27 tiros a 12 metros
El informe es inequívoco: se produjeron 27 disparos aunque sólo se encontraron 11 balas, algunas alojadas en el cuerpo del yihadista y retiradas durante la autopista.
Los mossos identifican las armas que utilizaron los dos mossos adscritos a la Región Policial Metropolitana Sur que se enfrentaron con Abouyaaqoub. Se trata de las pistolas reglamentarias pistola Walther modelo P-99 con número de serie FAD5938 y pistola Walther modelo P-99 con número de serie FAD6571.
Sólo un mosso acertó
La 27 vainas recogidas corresponden a estas dos pistolas pero sólo uno de los mossos, el que portaba la FAD5938, logró alcanzar a Younes, a quien habían dado el alto a escasos 12 metros de distancia según la crónica de los propios policías. Según la autopsia sólo seis disparos de los 27 impactaron en Younes y todos procedentes de la misma pistola.
El tiroteo se produjo sobre un hombre armado con un cuchillo que portaba adosado a su cuerpo una simulacro de bomba lo que, según la policía, justificó su abatimiento. Según constan en las diligencias, Abouyaaqoub se abalanzó sobre ellos (a 15 metros de distancia), al grito de “¡Alá es grande!”.
Los agentes recibieron asistencia psicológica tras la actuación.
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Carlos Quílez