Omella apenas puede ver los coches, ya que a los 6 años le detectaron la enfermedad de Stargardt, una degeneración macular que se agrava con los años, pero analiza la ergonomía, la disposición del volante y de los botones, va acariciando los modelos de coches de época, reconociendo todos los modelos, preguntando «¿este de qué color es?».
Incluso va explicando a todos los que lo rodean datos curiosos del vehículo que está examinando y corrige a su acompañante cuando éste comete algún error, como el año de fabricación de cada modelo, aunque, como él ha asegurado, «a primera vista no haya mucha relación entre las personas con discapacidad visual y los coches, porque no pueden conducir».
«Desde los 2 años tengo pasión por los coches, en especial por el coche familiar de ese entonces, un Seat 131 L, y a los 4 confeccioné, junto a mi padre, un álbum de cromos de coches», ha narrado Omella, explicando su extraordinaria fascinación por los vehículos de motor.
Un Rolls Royce Silver Ghost de 1923, ícono del lujo, un Hispano Suiza de 1926 y un Ford TT de 1919, símbolo de la producción en cadena, entre otros, ocupan el espacio de exposición del salón Automobile Barcelona y han estado a disposición de un grupo de afiliados de la ONCE, que han podido subir a los vehículos, palparlos y admirarlos.
Ellos serán los únicos que podrán tocar los vehículos que repasan la historia automovilística del pasado siglo, expuestos en la «primera exposición que no cuenta con un cartel de no tocar», «hecha por y para las personas», ha aplaudido el delegado de la ONCE en Barcelona, Enric Botí.
Pablo, miembro de la comitiva de visitantes de la ONCE, subido a un Porsche Carrera Cabrio de 1986, con su perro guía a un lado, observando su diversión, y Rafi, también invidente, al volante de un Ferrari Testarossa de 1987, son la constatación del éxito de esta colaboración entre el Automobile Barcelona y la ONCE.
Omella tiene claro cuáles son sus modelos favoritos: el jeep Willys de 1943, revestido con estampado de camuflaje y precursor de los todoterrenos, y el Ferrari Testarossa de 1987 y color rojo.
En la jornada, la ONCE ha reclamado que «los vehículos silenciosos e híbridos cuenten con señales acústicas que alerten a personas invidentes, despistados y niños de su presencia y garanticen la integridad física de los viandantes», ha exigido Botí.
Junto con esta jornada de visita, la ONCE ha lanzado un cupón conmemorativo de los 100 años del Automobile Barcelona para el próximo 18 de mayo.
El Automobile Barcelona celebra este año su centenario acogiendo a más de 40 marcas de automóviles que expondrán sus últimas novedades del 9 al 19 de mayo en el recinto de la Fira de Barcelona y en la Avenida Maria Cristina.
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