Pastor es aún la presidenta de la Cámara tras tres años y medio, lo que ha durado la anterior legislatura, la XII; dejará el cargo el mismo día 21.
Las fuentes del PP destacan de la diputada por Pontevedra que es «la mejor opción para las Cortes Generales», pues el objetivo de los populares es «seguir contando con una presidenta que ha demostrado rigor y capacidad de diálogo con todas las fuerzas políticas».
Además, añaden las fuentes, se avecina un contexto en el que «los independentistas quieren instrumentalizar el Parlamento para su plan de ruptura de la legalidad», lo que hace necesario contar en la Presidencia del Congreso con un perfil «constitucionalista» como el de Pastor.
Precisamente este martes se han reunido en el Congreso el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y la propia Pastor.
Para que sea presidenta por segunda legislatura consecutiva, la diputada gallega necesitaría la mayoría absoluta en primera votación o la simple en una segunda. Pese a que solo cuenta con 66 diputados, el PP dice que confía en que la tenga y prevalezca de este modo su talante de consenso ante el «desafío territorial» que se augura, según han indicado las fuentes de la formación de Pablo Casado.
La elección del presidente de la Cámara se hace el mismo día de la sesión constitutiva mediante votación por papeleta en urna. Uno a uno son llamados los diputados electos y dejan un papel con sólo un nombre.
Quien tenga la mayoría absoluta, se convertirá en presidente del Congreso, pero si nadie llega a este umbral (176 papeletas), se volverá a hacer la misma votación, tras la que se requiere entonces mayoría simple, es decir, más papeletas que la del otro aspirante en liza.
El PSOE, ganador de las elecciones del 28 de abril, es la formación con más opciones de alcanzar la Presidencia del Congreso, más cuando está ultimando un acuerdo con Unidas Podemos para el reparto de los puestos de la Mesa de la Cámara.
Los socialistas lograron 123 escaños y Unidas Podemos, 42, en tanto que el PP bajó a 66. EFE
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