«El PSOE no sabe todavía con quién va a pactar, van a esperar al domingo», ha indicado Garzón para animar, a continuación, a los suyos a hacer el último esfuerzo y explicar a sus vecinos, amigos, familiares, incluso «a esos cuñados que no son de izquierdas», el proyecto político de la formación.
Lo ha dicho en el acto central de IU en Aragón que se ha celebrado en el pabellón siglo XXI en Zaragoza, donde ha apoyado la gestión del candidato de Zaragoza en Común (ZeC) a revalidar la alcaldía, Pedro Santisteve.
«Es la mejor de las opciones», ha comentado Garzón, quien ha añadido que es «lógico» que el poder económico «busque las cosquillas» al gobierno de este ayuntamiento.
Garzón ha invitado al público, unas setecientas personas, a reflexionar cuando escuchan a personas como la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, asegurar que prefiere un gobierno PSOE-Ciudadanos.
«Tienen unos intereses muy concretos», con los que se alinean, ha dicho, los partidos de derecha que ostentan, en palabras de Garzón, un «instinto de clase».
«Cuando hay un conflicto de intereses entre los intereses empresariales y los derechos humanos, nosotros estamos con los derechos», ha subrayado.
Por último, Garzón ha defendido el «primer punto» de su programa electoral: revertir el proceso de desigualdad, y ha hecho una defensa de los servicios públicos, frente a una izquierda «moldeable que «no ha entendido que hay líneas rojas inadmisibles».
Ha criticado también la reforma laboral, cuyo objetivo, según Garzón, no era crear empleo sino bajar los salarios, y ha arremetido contra algo igual de peligroso que la corrupción: «la privatización» de los servicios.
Garzón ha acompañado al candidato de IU al Gobierno de Aragón, Alvaro Sanz, así como al alcalde de ZeC, en un acto en el que el público ha ovacionado a Manolo Izaguerri, el conductor del autobús urbano que salvó la vida a una joven de 23 años que estaba siendo degollada por su pareja en el interior de un turismo el pasado 6 de mayo.
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