Hasta Mérida (Badajoz) ha viajado el líder del PSOE para el mitin más multitudinario de su campaña, celebrado en una plaza de toros donde ha congregado a 8.000 personas ante las que ha pedido para el 26M una participación tan alta como la de las elecciones generales de abril y así poder «construir un sueño».
Junto a él, el presidente extremeño Guillermo Fernández Vara, que en su día no apoyó a Sánchez en las primarias pero que hoy se ha mostrado «eternamente agradecido» con el actual secretario general del PSOE por haber logrado unir al partido socialista.
Sánchez ha vuelto a subrayar la necesidad de parar a «las tres derechas» del PP, Cs y Vox, cuyo «único proyecto es sumar para restar derechos y libertades», ha recalcado, y se ha dirigido a las mujeres para que se movilicen, como hicieron el 26 de abril, para «ponerle tarjeta roja a la crispación, la involución y la desigualdad de la derecha y sus tres siglas».
Tras el acto de la mañana, por la tarde tenía previsto otro mitin en Albacete en el que también intervendrá el presidente de Castilla- La Mancha, Emiliano García Page.
Entre tanto, Pablo Casado ha viajado a Ribeira (A Coruña), donde ha comparecido junto al presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, cuya gestión en Galicia ha puesto como «ejemplo» para toda España y al que ha considerado «el mejor aval» para los alcaldes gallegos; junto a él ha repetido cartel en Nigrán (Pontevedra).
El líder del PP ha confiado en lograr una «remontada» el próximo domingo y ha requerido unir el voto en torno a su partido para que pueda hacer de «contrapeso» e impida que los independentistas y los populistas manden España y el líder de ERC, Oriol Junqueras, «siga decidiendo, con el pulgar arriba o abajo, la Mesa del Congreso, los Presupuestos o la gobernabilidad».
En este sentido, ha alertado de que Pedro Sánchez «ya tiene hecho el pacto de legislatura con Podemos y con ERC» aunque ofrezca acuerdos al PP, porque negocia con ellos «bajo cuerda».
Y es que la próxima constitución de las Cortes del martes está en el punto de mira de los dirigentes políticos, una vez que el PSOE ha decidido situar a dos socialistas catalanes, Meritxell Batet y Manuel Cruz, al frente del Congreso y del Senado.
Casado ha anunciado que propondrá a Ana Pastor para ocupar una vicepresidencia del Congreso mientras Albert Rivera, que ha elegido Zaragoza para su mitin de hoy, ha anunciado que su candidata a la Presidencia de la Cámara será la activista gitana Sara Giménez.
Rivera ha arremetido contra Batet porque según él defiende un referéndum en Cataluña y ha reiterado que sus diputados permanecerán «con la lupa» en la mano para vigilar a Sánchez e impedir que el nacionalismo «dé un paso más» y siga condicionando el Gobierno.
La futura presidenta del Congreso y el del Senado han coincidido en un mitin en Barcelona, donde Batet ha ratificado la apuesta por el diálogo de los socialistas, que responderán al «insulto» con «dos, tres o mil tazas» en defensa de la «convivencia».
«No hay otra vía que ésta, la política es diálogo dentro de las reglas del juego, de la Constitución y las leyes», ha ratificado la ministra de Política Territorial en funciones.
Y eso cuando el presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra, ha ironizado en un mitin de JxCat con las bazas de Batet y Cruz para resolver el conflicto catalán: «¿Qué solución han encontrado? Poner a dos catalanes al frente del Congreso y el Senado. Lo tendremos solucionado, seguro».
También en Barcelona, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se ha presentado acompañado de la alcaldesa en funciones, Ada Colau, a la que ha presentado como «una bofetada al cinismo reaccionario» y con quien ha pedido que Barcelona en Comú siga siendo referente de que «sí se puede» hacer política para la «gente humilde y trabajadora».
Iglesias, en un mitin conjunto con Alberto Garzón, de IU, se ha referido de nuevo a su interés por formar un gobierno de coalición con el PSOE, aunque ha admitido que tendrá que transigir en la negociación y no podrá cambiar «todas las cosas».
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