Ada Colau ha puesto en pie a unos 3.000 de sus simpatizantes en la céntrica plaza Catalunya con un discurso emocionado y con lágrimas en los ojos, en el que ha asegurado: «Nuestro gobierno ha demostrado que la gente común tiene mucho más poder del que nos habían hecho creer» y ha defendido que «se pueden hacer políticas valientes de cambio que traigan esperanza».
Los comunes han llenado de música la plaza Catalunya, donde han celebrado su acto central de campaña, que ha finalizado con baile a ritmo de rumba.
La alcaldable ha llamado a la «gente común, trabajadora, de los barrios, la mayoría social» a que concentre «masivamente» el voto en Barcelona en Comú para que sea la fuerza más votada el próximo domingo y que sigan las políticas valientes de cambio que están trayendo la esperanza» y porque «aún está todo por ganar».
Ha denunciado que no son solo las fuerzas de derecha las que quieren «echar al gobierno más popular, mas republicano, más de los barrios y más feminista que ha tenido la ciudad en cuarenta años», sino también las que «se llaman de izquierdas» porque les da miedo que los comunes hayan «puesto en evidencia que durante todas estas décadas se habían rendido y comprado el discurso de la derecha».
«Queremos cambiar radicalmente este sistema que genera desigualdades. Podemos acabar con el cambio climático que amenaza la vida y queremos confrontar los discursos del odio, la extrema derecha. Sin miedo, desde el amor», ha asegurado Colau.
Con un discurso entrecortado por la emoción y en medio de vítores de «alcaldesa» y «sí se puede», la candidata a la reelección ha prometido que «se dejará la piel» para que todo el mundo escuche el «mensaje de esperanza de Barcelona: Que sí se puede y que lo estamos demostrando».
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