«Reconocemos que es un día triste, no puede ser de otra manera, es un día triste porque hemos perdido el proyecto rupturista en el Ayuntamiento de Barcelona y por tanto hemos perdido este contrapeso al avance de las políticas neoliberales, este proyecto que ponía sobre la mesa unas propuestas claras», ha dicho la anticapitalista en la Nau Bostik en el distrito de Sant Andreu de Barcelona, sede electoral de los «cupaires».
Con el 99,82 % escrutado, los anticapitalistas han logrado un 3,89 % del recuento, 29.255 votos -algo más de la mitad de los 51.945 que consiguieron en 2015-, lo que les deja fuera del consistorio al no haber superado el umbral del 5 % de apoyos necesarios para poder tener representación en el pleno del Ayuntamiento.
A pesar de los malos resultados cosechados, Saliente ha valorado «muy positivamente» la capacidad de la CUP de «poner en el centro del debate político» una serie de debates, como los de «los servicios públicos y la violencia policial», y ha sostenido que «incluso algunas fuerzas como ERC y Barcelona en Comú» han hecho suyas las propuestas políticas de los anticapitalistas.
Ahora que la CUP ya no tiene representación en el Ayuntamiento, la candidata ha expresado que, a su modo de ver, «hace falta» que sus militantes empleen «la herramienta más potente de todas, que es hacer oposición a la Marca Barcelona desde la calle».
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