«Se ha abierto una nueva etapa», han asegurado a Efe fuentes del entorno de Susana Díaz, que subrayan que ambos están dispuestos a llegar a acuerdos, por ejemplo sobre la conformación de las listas para las diputaciones provinciales.
En la reunión, cuya fecha cerraron la pasada semana cuando se vieron en Córdoba con motivo de la campaña electoral, Díaz ha dejado claro su deseo de continuar al frente de la federación socialista andaluza y, según las fuentes, nada se planteó sobre la posibilidad de que se convoque un congreso extraordinario.
«La federación andaluza estará detrás del presidente con toda la lealtad», han recalcado las fuentes, que han agregado que el «objetivo común» es «recuperar el gobierno la Junta de Andalucía ante la primera oportunidad».
Ambos han apostado por desarrollar un trabajo conjunto y «aunar esfuerzos» para «relanzar» el proyecto socialista en Andalucía, como señaló ayer el secretario de Organización, José Luis Ábalos.
En la reunión hablaron «a calzón quitado» y, de alguna forma, lograron traspasar las «barreras» que hasta ahora parecían infranqueables.
En el ámbito orgánico, Díaz está dispuesta a poner todo el «peso» de la federación andaluza a su servicio, y en el plano institucional se ha ofrecido a «ayudar» para hacer frente a uno de los asuntos más espinosos: el contencioso catalán.
«Algunos han tratado de utilizar a Sánchez contra ella y otros a ella contra Sánchez», han indicado las fuentes, que han resaltado que la expresidenta de la Junta se siente «tranquila» y «serena» y está convencida de que Sánchez y ella se van a «entender».
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